¡Quemad Madrid!: O llevadme a la López-Ibor

Como provinciana exiliada en Madrid, todavía recuerdo las ideas preconcebidas (ninguna halagadora) que tenía de la capital antes de venir a vivir aquí. Madrid es hostil, acelerada, privativa. Pero también es otras muchas cosas. Y es solo residiendo aquí cuando te das cuenta que, pasado el tiempo, le has cogido cariño. Mi historia, la de Raquel, es la de muchos otros que vinieron aquí a buscar no sé si un futuro mejor, dejémoslo en un presente. Descubrir la ciudad desde la experiencia de otra persona y ver los puntos en común, experiencias que te has perdido y rincones que están por descubrir, con un tono satírico/irónico que termina de darle el punto... Qué os voy a decir, me ha encantado.