ENGLISH REVIEW I have had the pleasure of enjoying Jonathan Freedland's “The Escape Artist” in its fantastic hardcover edition from Editorial Planeta. The book tells a different and original story that surprises us on every page. After more than a hundred pages of brutality, sixteen-year-old Walter Rosenberg, who would later become Rudolf Vrba, the first known Jew to escape from Auschwitz, witnesses an anomaly within the Nazi hell: the existence of a Familienlager, a section of the camp where Jewish families are kept together, fed, and, as far as possible, lead a normal life in a concentration camp. Rosenberg finds a purpose in his life: to memorize data and details of the camp to eventually reveal the truth to the world. However, his faith that people will rise up and act is shaken when the Familienlager discover the order to kill them, and do nothing about it. When we become interested in World War II, one of the first things we learn about Auschwitz is that the Nazis deceived their victims before murdering them with gas. The SS reassured people with promises of food and hot showers as they led them to the gas chambers, and sometimes did not even bother to hide the evidence. However, they dealt with innocent people, mostly of low intellectual level. There was a logic behind each of these deceptions, and subjects like Walter Rosenberg, a young Slovak Jew enlisted in the command tasked with unloading the trains, began to uncover the macabre plan. The obedience of the prisoners made the machinery of death run smoothly, which was the goal of the SS, as the transports arrived in rapid succession, leaving little time to think or become nervous. Rosenberg was fortunate enough to be recruited for “Canada,” the vast warehouse of looted possessions from the transports. His job was to take suitcases from a giant pile and sort the items inside, looking for valuables. The work in “Canada” was less dangerous and the prisoners were better fed, which allowed Rosenberg to understand how the camp worked. “The Escape Artist” is a fascinating chronicle of Rosenberg's escape from Auschwitz and the subsequent effort to mobilize the world to confront the horror of the Holocaust. This story is a reminder of human courage and resilience in the darkest moments of our history, and its protagonist deserves to stand alongside iconic figures like Anne Frank, Oskar Schindler, and Primo Levi. SPANISH REVIEW He tenido el placer de disfrutar de “El maestro de la Fuga” de Jonathan Freedland en su fantástica edición de tapa dura en Editorial Planeta. El libro narra una historia diferente y original que nos sorprende en cada página. Después de más de cien páginas de brutalidad, el joven de dieciséis años Walter Rosenberg, quien luego se convertiría en Rudolf Vrba, el primer judío conocido en escapar de Auschwitz, presencia una anomalía dentro del infierno nazi: la existencia de una Familienlager, una sección del campo donde las familias judías se mantienen unidas, alimentadas y, en la medida de lo posible, llevan una vida normal en un campo de concentración. Rosenberg encuentra un objetivo en su vida: memorizar datos y detalles del campamento para, eventualmente, revelar la verdad al mundo. Sin embargo, su fe en que la gente se levantará y actuará se tambalea cuando los Familienlager descubren la orden de asesinarlos, y no hacen nada al respecto. Cuando nos interesamos por la Segunda Guerra Mundial, una de las primeras cosas que aprendemos sobre Auschwitz es que los nazis engañaban a sus víctimas antes de asesinarlas con gas. Las SS tranquilizaban a las personas con promesas de comida y duchas calientes mientras las conducían a las cámaras de gas, y a veces ni siquiera se molestaban en ocultar pruebas. Sin embargo, trataban con personas inocentes y, en su mayoría, de un nivel intelectual bajo. Había una lógica detrás de cada uno de estos engaños, y sujetos como Walter Rosenberg, un joven judío eslovaco alistado en el comando encargado de descargar los trenes, comenzaron a descubrir el macabro plan. La obediencia de los prisioneros hizo que la maquinaria de la muerte funcionara sin problemas, lo que era el objetivo de las SS, ya que los transportes llegaban en rápida sucesión, dejando poco tiempo para pensar o ponerse nerviosos. Rosenberg tuvo la fortuna de ser reclutado para “Canadá”, el vasto almacén de posesiones saqueadas de los transportes. Su trabajo consistía en sacar maletas de una pila gigantesca y clasificar los artículos en su interior, en busca de objetos de valor. El trabajo en “Canadá” era menos peligroso y los prisioneros estaban mejor alimentados, lo que le permitió a Rosenberg comprender cómo funcionaba el campo. “El maestro de la Fuga” es una fascinante crónica de la fuga de Rosenberg de Auschwitz y el esfuerzo subsiguiente por movilizar al mundo para enfrentar el horror del Holocausto. Esta historia es un recordatorio de la valentía y resistencia humana en los momentos más oscuros de nuestra historia, y su protagonista merece ocupar un lugar junto a figuras icónicas como Ana Frank, Oskar Schindler y Primo Levi. Enlace: https://laestanteria.blog/bl.. + Leer más |