En tanto que la periodista platicaba y preparaba el terreno, la señora Lope tuvo el tiempo de examinar el tríptico medieval que tenía más cerca. Magnífico. Buscó el rótulo informativo y leyó la fecha de ejecución. Por qué siempre lo primero es lo más exquisito, hay algo insuperable en la manera que se expresan los pioneros, un arrebato, una emoción que se pierde con el tiempo. El espíritu sucumbe.
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