Un final para Chloé

Llorar es liberador. Porque las lágrimas que no derramas son las que terminan ahogándote.

Esta chica tiene algo que no he visto nunca. Es esa luz de la que hablaba, esa… magia. No sé de dónde le viene, pero la irradia por cada poro y creo que ni siquiera es consciente de ello. Es preciosa sin esforzarse en serlo. Es… como el viento. Está cerca de ti, te rodea, te eriza el vello del cuerpo cuando pasa, pero no puedes atraparlo. A veces, parece incluso irreal.

Almas que viven, no que observan la vida pasar.

El ridículo suele ser fugaz, chico amargo, pero la sensación de libertad dura mucho más y merece la pena.

A las personas no se las retiene. El amor no va de eso.

Tienes derecho a permitirte soñar, no importa si el sueño es difícil de alcanzar.

Ella es toda luz, y la proyecta radiante sobre cualquiera con el que cruce una mirada.

La belleza que tenemos más a mano a menudo nos pasa desapercibida.

Llorar es liberador. Porque las lágrimas que no derramas son las que terminan ahogándote.

¿Sabes lo que me gusta de la lluvia? Que puedes llorar cuando quieras sin que se entere nadie.