Trastorno del Espectro del Amor

Lucha por él, incluso cuando él no tenga fuerzas, y si tu pierdes las tuyas, recuerda vuestra historia

Vivimos el hoy soñando con el mañana y recordando el ayer, sin darnos cuenta de que de nuestro hoy depende nuestro mañana, de que los momentos no se repiten y de que las batallas merecen incluso más la pena que las victorias.

Los cambios siempre son buenos, porque te animan a empezar, a intentar no cometer los errores de antes, a ver las cosas desde otro punto de vista, disfrutar de algo que antes ni se te pasaba por la cabeza, incluso a sentir de otra manera, a fijarte en otros detalles... Todo sucede por un motivo y en un momento determinado, solo hay que dejarse llevar.

¿Sabéis esa sensación de que crees que has tocado fondo y no hay manera de salir de allí? Pues en este momento me doy cuenta de que sí hay forma de salir, porque, cuando uno toca fondo, solo existe una dirección en la que puede ir, aunque esté oscuro aunque te mueras de miedo por intentar salir: hacia arriba.

Una vez escuché que la línea que separa el amor del desamor es tan fina y frágil que se rompe sin que te des cuenta.