Treinta centímetros

"Treinta centímetros" es un libro infantil escrito por Mercedes Olivet e ilustrado por Jordi Solano.

"Treinta centímetros" está editado por Edebé y pertenece a la colección "Tucán Verde", pensada para niños a partir de 10 años. El estilo de edición es igual en todas las colecciones de Tucán: tapa blanda y con la misma fuente de letra. En esta ocasión, se nota que el libro está pensado para niños más mayores ya que no encontraremos tantas ilustraciones como en otros.

Jordi Solano ha creado unas ilustraciones con un aspecto muy de adultos, a la altura de la historia que encontraremos en "Treinta centímetros". Son a página completa, en blanco y negro, y el autor ha ido jugando con las tonalidades para crear los planos y volúmenes, pero siempre dando más importancia a los protagonistas: Damián y Marcos.

"Treinta centímetros" es una historia muy especial y en la que los niños aprenderán una gran cantidad de valores importantes.

Mercedes Olivet ha basado su cuento en la acondroplasia, un trastorno genético que produce el enanismo. La autora trata este tema con especial delicadeza y respeto, explicando a los niños lo que es, adentrándose en el día a día de una persona que lo padece. Pero lo más importante es el mensaje que transmite: respeto hacia esas personas.

Damián, protagonista de "Treinta centímetros", sufre acondroplasia. Marcos tiene que hacer un trabajo escolar sobre ello, por lo que entrevista a Damián para conocer las dificultades del día a día y cómo la diferencia de treinta centímetros, que para Marcos es poco, para Damián es un mundo.

Me ha llamado especialmente la atención la manera en que la autora puede conseguir que el lector se sienta en los zapatos de Damián. El enfoque me parece muy acertado, ya que además incluye cierta información de una manera muy amena y con la que puede logra impactar en el lector. Por ejemplo, en mi caso no sabía que existía una operación para la acondroplasia, para lograr esos treinta centímetros que dan título al cuento. Más que una operación, son varias y muy dolorosas y que se prologan en el tiempo, ya que pueden durar hasta 6 años. Pero esos treinta centímetros merecen la pena, ya que le permitirán a Damián llamar al portero automático de su amigo Marcos, montar en bici o pedir algo en la barra de un bar sin que el camarero se tenga que asomar por encima para verlo. Estas y otras son las dificultades a las que las personas con acondroplasia se tienen que enfrentar en su día a día, todo un ejemplo de valentía y fuerza de superación.

Por otro lado, está en ir en el día a día por la calle o la compra y que todo el mundo se les quede mirando. Es inevitable que llamen la atención, pero gracias a "Treinta centímetros" los niños aprenderán que hay que ser respetuoso con las personas y no quedarse mirando o señalar. Mercedes Olivet también detalla la importancia de romper estereotipos, no juzgar a los demás por su aspecto, etnia o condición. Lo más importante es conocer a las personas. Damián es un niño igual que Marcos, su acondroplasia está al margen.

En "Treinta centímetros" se destacan también valores como la amistad; saber pedir ayuda y ayudar a los demás cuando se tenga oportunidad aunque no esté relacionado directamente con nosotros ni obtengamos beneficio y también que no está bien decir mentiras, aunque sea por compromiso o por no hacer daño a los demás. Con Marcos los niños aprenderán una palabra nueva y su significado con más de un ejemplo a lo largo de la historia: la asertividad, y qué es lo que le diferencia del hecho de mentir.

En resumen, "Treinta centímetros" es una divertida, tierna y emotiva historia en la que los niños aprenderán que no hay que tratar a los demás diferente por su condición y con la que se acercan a las personas con acondroplasia. Creo que son necesarios más cuentos como este para que los niños desde pequeños aprendan a respetar y que las diferencias son sólo visuales y no tienen que ser un obstáculo para conocer a las personas.
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Treinta centímetros no es mucho, es lo que piensa Marcos, el protagonista de esta novela para lectores preadolescentes cuando su nuevo amigo Damián le cuenta que se quiere operar para ser un poco más alto. Pero empecemos por el principio. Marcos Barrantes se da cuenta de que le cuesta decir que no y por eso a veces se mete en líos. Su madre le recomienda que sea sincero, sobre todo con él mismo, pero no es nada fácil.

Cuando la profesora le pide que haga un trabajo con Fany y Susy, las dos empollonas de clase, Marcos dice que sí cuando en realidad no le apetece en absoluto. Sus dos compañeras lo tienen todo pensado y deciden elaborar por escrito todo el trabajo mientras que a Marcos le toca lo más «fácil»: buscar para una entrevista a una persona que padezca un trastorno del crecimiento conocido como enanismo donde uno de los tipos más frecuentes es la acondroplasia. Este es el tema que han escogido sus compañeras de equipo sin consultarle nada.

Por suerte, es la profesora quien le presenta a un chico de su edad llamado Damián que padece este trastorno y los dos se hacen grandes amigos, aunque al principio no es nada fácil. Gracias a este trabajo Marcos descubrirá muchos datos interesantes sobre la acondroplasia, como por ejemplo que a pesar de que los padres sean de estatura media pueden tener un hijo aquejado de este síndrome. Pero lo más importante es que a sus once años a Marcos le cambiará la perspectiva de muchas cosas. Damián es todo un ejemplo de fortaleza, de lucha y también ha aprendido a ignorar las miradas y risitas que mucha gente le dedica cuando lo ve. Sin embargo, lo que más le llama la atención a Marcos es que Damián está dispuesto a pasar por una operación muy dolorosa y de recuperación muy larga para medir un poco más. Treinta centímetros es lo que conseguirá si se opera y Damián no piensa en las consecuencias porque su afán de superación, sus ganas de vivir y su esperanza pueden con todo.

La personalidad de Damián influirá positivamente en Marcos que empezará a valorar todo lo que tiene y también creerá más en sí mismo. Una lección que le ayudará a ser más asertivo, es decir, a decir que no cuando hace falta y a defender sus ideas de forma firme. Las ilustraciones de Jordi Solano son en blanco y negro pero eso no diluye la fuerza de los sentimientos que logra captar de los personajes.

Esta novela juvenil de capítulos breves y con pocos personajes tiene mucho de magia y de emotividad. Es necesario visibilizar todo tipo de trastornos que aquejan a jóvenes y personas de todas las edades que necesitan ser tenidos en cuenta y que simplemente mirando hacia otro lado no conseguimos nada. Lo mismo que desde otra perspectiva treinta centímetros son mucho.
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