Treinta centímetros de Mercedes Olivet Sánchez
Asiento con disgusto. Sentirse tan observado debe ser lo más parecido a estar en una jaula. Los chicos del bar miran a Damián como si fuera de una especie distinta al resto. Me entran unas ganas terribles de irme de allí com Damián, para liberarlo de esas miradas tan insoportables.
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