Entre chicos

Ginny, nuestra protagonista, siempre a preferido la compañía de los chicos, su amistad y uno de sus reglas es evitar el amor. A Ginny le cuesta conectar con el género femenino, por ello siempre ha preferido los grupos de amigos.
Hasta que conoce a Adrian y se da cuenta de que tienen una conexión especial y empieza a plantearse una relación seria.
Pero quizás Adrian no es el chico más adecuado, tiene muchos fantasmas relacionados con su infancia y ve el amor como un sentimiento doloroso.
Ella tiene un secreto que no quiere que nadie conozca, y quizás Adrian sea el único que puede salvarla.
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Este libro comienza con una nota de la autora contándonos algunos de los temas de los que trata el libro como son los trastornos de la conducta alimentaria, ella nos cuenta que está escrito desde su propia experiencia personal, algo que me ha resultado doloroso y muy interesante de leer.
Lo primero a destacar es la profundidad que tienen estos personajes, ambos protagonistas nos sorprenderán con todo lo que esconden y el dolor que arrastran. Y su historia personal de superación nos emocionara según vayamos conociéndolos.
Esta escrito en tercera persona por parte de los dos protagonistas, esto nos ayuda a ir entendiendo todo lo que ocurre.
Destacar todo el proceso que vive Ginny con su enfermedad, su distorsión de la realidad y toda la ansiedad que esto le provoca.
Sin duda una historia con temas complicados, emotiva y con mucho amor.

Una historia preciosa que no dejará indiferente al lector.

Entre chicos de Emma Noyes es un libro intenso, emotivo y romántico donde la autora se ha propuesto hacernos partícipes de temas complejos, pero que logra presentarlos desde la más pura sinceridad y con una delicadeza indispensable para que la veamos como una obra perfecta.

Ginny se siente más cómoda entre chicos, pues con ellos la amistad es más fácil y solo debe respetar una norma, no enamorarse de ninguno de sus amigos y que estos tampoco lo hagan de ella, algo complicado cuando entran en juego la intimidad y los sentimientos. Adrian fue un niño marcado por la tragedia que siempre intentó encontrar su lugar en el mundo, aun así, rechaza todo lo que tenga que ver con el amor, ya que no desea abrirse a un sentimiento que podría romperle el corazón. Dos almas perdidas que verán como los momentos compartidos y las charlas interminables den paso a emociones nuevas donde la atracción tomará el mando de sus deseos.

Emma Noyes nos ofrece una novela donde, desde la voz de su propia experiencia, viene a contarnos lo difícil que es salir adelante cuando vives inmerso en una enfermedad que te domina hasta el punto de hacerte ser una persona completamente diferente a la que eres. Ella ha querido coger un tema complejo como son los trastornos alimentarios y ponerlos en el centro de una obra fascinante, intensa y emotiva, con una protagonista imperfecta, llena de miedos, con inseguridades arraigadas en lo más profundo de su ser y con un complejo brutal a no sentirse querida por nadie. Su mente distorsiona una realidad donde su físico es lo único que puede controlar, de ahí que, la anorexia primero y la bulimia después, la consuman. Adrian, por su parte, ha sido también un personaje muy interesante, ya que su imposibilidad de desarrollar sentimientos viene de un pasado donde la pérdida le enseñó de la peor manera que amor y dolor van de la mano. Sin duda una lectura fascinante que nos pone frente a temas complicados tratados de forma muy natural que los han hecho mucho más auténticos.

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Sinopsis:

Ginny no busca a nadie que la salve. Pero quizás ella y Adrian podrían ayudarse mutuamente. Si no se destruyen primero.

Opinión:

Entre chicos ha sido una historia dura y preciosa a partes iguales. La historia de Ginny es desgarradora en muchas ocasiones y es impresionante la capacidad que tiene la autora de hacerte sentir con su forma de escribir todo lo que siente nuestra protagonista en su lucha contra la bulimia y la anorexia  y de reflejar tan bien esa guerra interna tan difícil que tiene con ella misma, con  sus demonios y también con su pasado.

Ginny te hace sentir mil cosas diferentes y es un personaje al que tienes ganas constantes de dar un abrazo y decirle que todo saldrá bien, que se deje ayudar, que merecerá la pena. He empatizado mucho con ella y me he sentido identificada también en varios momentos (que no tienen que ver con la enfermedad como tal) porque Ginny remueve un poquito por dentro. El personaje de Adrian también me ha encantado y he disfrutado y sufrido mucho con sus luces y sus sombras y con todo lo que le atormenta, pero me ha parecido muy especial y diferente.

En general, ambos personajes están muy bien construidos a pesar de que el tema que se presenta en esta novela es muy duro, la autora consigue escribir una preciosa historia de dos personas rotas que intentan seguir adelante a pesar del dolor, del pasado y de las dificultades.

En resumen, una historia cruda y delicada pero también preciosa y esperanzadora de la que vamos a sacar bastantes reflexiones y que nos va a dejar una sensación muy bonita al terminar. Sin duda, un descubrimiento de autora.

Puntuación: 4,5/5⭐
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