La montaña en el mar

¿Qué creen que ocurriría si se descubriese que otra especie de la tierra tiene capacidad de comunicarse? ¿Qué pasaría si en un remoto archipiélago se hallaran indicios de que existen pulpos hiperinteligentes que pueden tener las claves para el futuro de la humanidad? ¿Qué es la conciencia? ¿Qué nos hace humanos? A estás preguntas y otras muchas más encontraremos respuestas en La montaña en el mar, de Ray Nayler. La deslumbrante obra con la que el autor acaba de ganar el premio Locus a la mejor primera novela. Y que podemos disfrutar en español gracias a la excelente traducción de David Tejera Expósito.

«El mar es nuestro verdadero hogar. Es lo que explica que la costa sea un lugar tranquilizador para nosotros: permanecemos en pie donde rompen las olas, como exiliados que regresan a casa».

Ray Nayler es un autor al que ya conocíamos gracias a sus relatos en Cuentos para Algernon (que pueden leer aquí). Un biólogo marino que después de publicar historias cortas en las principales revistas de género, nos sorprende ahora con una primera novela maravillosa en la que nos trasladaremos a Con Dao, en Vietnam. En ese remoto archipiélago de Con Dao se sospecha que vive una especie de pulpos con una inteligencia muy superior a lo que se conocía y estudiarlos se convierte en el principal objetivo de DIANIMA, una poderosa empresa tecnológica que, en ese futuro planteado por el autor, tiene una influencia global inmensa.

Tanto es el poder de DIANIMA que compra el archipiélago e indemniza a todos sus habitantes con el fin de que lo que antes era un Parque de Conservación Mundial, se transforme en un centro de investigación privado. Uno en el que poder determinar si los avistamientos de esos pulpos demasiado inteligentes son reales. Y de ser así, establecer un primer contacto. Precisamente con el objetivo de estudiar a esos cefalópodos viaja allí la doctora Ha Nguyen, una bióloga marina que ha dedicado la vida a investigar el cerebro de los pulpos.

«La comunicación no es lo que marca la diferencia con los humanos. Toda vida se comunica, a un nivel necesario para su supervivencia… Pero lo que hace diferente a los humanos son los símbolos: las letras y las palabras que pueden organizarse en grupos autorreferenciales que llamamos idiomas».

Sin embargo, Ha Nguyen no estará sola en las islas. Sus compañeros en la investigación serán Altantsetseg, una agente de seguridad llena de cicatrices de guerra y Evrim, quien además de ser el líder del equipo tiene una gran particularidad: es el primer androide con conciencia que existe en el mundo. El primero y el único, porque después de que DIANIMA lo crease, tras el desconcierto general y el pánico que se desató, los gobiernos a nivel global prohibieron que se construyeran más. Ellos tres deberán estudiar a esos pulpos, tratar de entenderlos y comunicarse con esas extraordinarias criaturas. Descubrir cómo llegaron a desarrollar esa inteligencia y el modo en el que viven.

Para hablarnos de los pulpos y todo lo que conocemos en la actualidad sobre estos fascinantes cefalópodos sin recurrir a los tediosos infodump y también para especular acerca de su desarrollo y lo que pasaría si se diesen las condiciones adecuadas, Nayler hace algo muy inteligente, entre los diferentes capítulos incluye fragmentos de un libro llamado Cómo piensan los océanos. Una obra ficticia escrita por una de nuestras protagonistas: Ha Nguyen. de esta manera, nos va proporcionando la información que necesitamos conocer antes de empezar los capítulos sin que se vean ralentizadas las diferentes tramas del libro.

«La manera en la que interpretamos el mundo es importante, pero también lo es saber cómo el mundo nos interpreta a nosotros».

Estas citas también las repite con un segundo libro ficticio: Edificando mentes, de la doctora Arkatla Mínervudóttir-Chan, la creadora del androide Evrim. La líder de DIANIMA que busca incansablemente la creación de mentes digitales. de un ser artificial capaz de tener conciencia. La persona que contrata a la bióloga protagonista con el propósito de que ella los ayude a establecer comunicación con los pulpos. Pues el estudio de las mentes de esas criaturas quizás puede contribuir a cumplir su propio objetivo, pero deben darse prisa porque hay más facciones que quieren adueñarse de la investigación. Los fragmentos de esos libros ficticios que nos presenta el autor siempre son claves para lo que luego nos narra en la novela. El uso que hace de ellos me parece una genialidad.

Además, el libro no solo tiene capítulos narrados en el archipiélago, sino que de manera simultánea nos va presentando varias tramas: una de ellas centrada en un hacker que tienen una misión que parece imposible y otra en la que veremos cómo es la vida de un esclavo moderno. Un joven que fue secuestrado para trabajar en un barco pesquero controlado por una inteligencia artificial. Un buque que navega por los mares tratando de encontrar proteínas a cualquier precio. Y aunque en un primer momento no sabemos cómo están relacionadas las diversas narraciones, nada está escrito al azar.

«¿Cómo podemos superar dichas barreras? Superar esa… monstruosidad mutua. Somos monstruos para los pulpos: cazadores, destructores. Matamos a sus familias y desolamos su mundo. Y ellos son monstruos para nosotros: con motivaciones inexplicables y mentes por completo alienígenas».

Pulpos, investigaciones, androides, esclavos, hackers, inteligencias artificiales, conspiraciones, cambios, primer contacto… La montaña en el mar, de Ray Nayler es un libro adictivo y extraordinario. Uno que trata temas complejos como qué es la conciencia y la manera en la que puede ser muy difícil establecer comunicación con otro ser consciente si es totalmente diferente a nosotros. del miedo que nos da encontrar otros seres capaces de juzgarnos por nuestros actos. Una novela que, además, habla de problemas reales como lo daños que le hemos causado (y seguimos causando) al medioambiente y a otras especies, las implicaciones éticas de los descubrimientos científicos, la esclavitud moderna, o las consecuencias del uso de IAs, por solo nombrar algunos. Si desean leer un libro que los maraville y los haga reflexionar tienen que darle una oportunidad.

¿Han leído La montaña en el mar? ¿Les llama la atención?
Enlace: http://inthenevernever.blogs..

La montaña en el mar es una de esas novelas que van más allá. No es una mera obra de ciencia ficción escrita con la finalidad de entretener, pues toca una gran variedad de temas muy interesantes e invita a la reflexión sin imponer una opinión concreta, dejando que seas tú el que decida qué pensar.


Así pues, nos encontramos con temas como la evolución de las especies, la puesta en duda de la supremacía del ser humano, todo lo que la humanidad es capaz de hacer cuando se ve amenazada, el avance de la inteligencia artificial y sus repercusiones en nuestra sociedad, el poder y la importancia del lenguaje y la comunicación...


Aunque, si no te apetece activar el modo filosófico y reflexionar acerca de todos estos temas, también puedes quedarte tan solo con lo que es la historia en sí, y limitarte a navegar por una entretenida historia de ciencia ficción de esas que te mantienen con los pies en tierra firme. Nada de naves espaciales ni de navegar más allá del espacio exterior.


Es una novela de trama relativamente sencilla, cuya riqueza está en todos los elementos que la complementan, aunque a priori pueda parecer que estos tienen un papel más secundario. Se nota que el autor sabe de lo que habla y te transmite todo ese conocimiento manteniendo un equilibrio entre información y desarrollo de la historia. El hecho de no meterse en una trama excesivamente compleja es lo que permite que los datos más técnicos se nos vayan dando de manera progresiva, permitiéndonos asimilarlos antes de continuar.


No es una lectura sencilla, y probablemente no sea la mejor opción para empezar con el género. Sin embargo, sí me parece una maravillosa opción para los lectores de mente más científica, o para aquellos habituados a leer obras de ciencia ficción.


Eso sí, debéis tener claro que, tras leer esta novela, jamás volveréis a ver los pulpos del mismo modo.

Cuando vi este libro, me llamó mucho la atención pero no sabía muy bien que me iba a encontrar pues su sinopsis es, cuanto menos, curiosa y podría ser una auténtica maravilla o todo lo contrario pero la verdad es que me ha sorprendido bastante y para bien.

Un libro que se va dejando leer bien, con capítulos llevaderos y que además poco a poco se va volviendo una trama muy interesante y que me fue enganchando , además todo va conectando perfectamente y me ha gustado como se va desarrollando, pero además, detrás de esta curiosa historia con pulpos y androides, es como a través de ellos nos hará reflexionar sobre la humanidad, la consciencia, la naturaleza y demás.

Creo que ha sido una lectura con todos los ingredientes que necesitaba para disfrutarla y además con una trama en la que todo va teniendo un sentido y que me ha encantado.

Sabía que La montaña en el mar tenía altas posibilidades de conquistarme, pero no esperaba descubrir una lectura tan inmersiva y profundamente reflexiva, que me sumergiera en un entorno idílico que al mismo tiempo resultase duro y hostil.

Nos situamos en un futuro cercano de corte distópico, marcado por el cambio climático y el desastre medioambiental, para tratar de mirar más allá de nuestro propio ombligo y especular sobre temáticas tan complejas como la identidad o la naturaleza de la consciencia. No la humana, o no únicamente, sino la de todo ser vivo.

También sobre el lenguaje y la comunicación. Sobre cómo nuestra configuración física, nuestra percepción del mundo y nuestras costumbres moldean nuestro lenguaje. Y cómo ese lenguaje moldea a su vez nuestro cerebro, nuestra manera de enfrentarnos a las situaciones o incluso nuestra sociedad.

Sobre las diversas formas de percibir el mundo que nos rodea y la importancia del cómo ese mundo, a su vez, nos percibe a nosotros. Sobre identidades propias y ajenas, así como esa eterna pregunta, tan recurrente en la ciencia ficción, de qué es lo que nos hace humanos.

Un libro que demuestra que no necesitamos otros mundos para despertar el sentido de la maravilla, pues lo podemos encontrar en los lugares más inesperados. Y que me recuerda, una vez más, por qué adoro este género tan incomprendido e injustamente denostado.