Cuatro personajes femeninos, trece escenas dramáticas, una pieza premiada con el Premi Octubre Pere Capellà 2018 ex aequo, una autora sin trayectoria como dramaturga pero sí como actriz, un secreto del pasado como motor argumental, un reencuentro en la abandonada casa del pescador de su infancia, una confesión pendiente, una noche sin cobertura y aisladas del mundanal ruido, una reflexión sobre la infelicidad (Ona) y sobre el miedo (Marina), monólogos con función de coro, un final descorazonador con sabor a hiel. Buen teatro.
|