Lorenzaccio

Mirad ese cuerpecillo flaco, esa pinta de recién llegado de una orgía ambulante. Mirad esos ojos casi cerrados, esas manos débiles y torpes, apenas lo bastante firmes pars sostener un abanico, ese rostro taciturno que a veces sonríe pero que no tiene fuerza para reír. ¿Es ése un hombre terrible?

Eres tan valiente como atractivo. El mal que hayas hecho es por tu juventud, por tu cabeza ..., ¿qué sé yo?, por la sangre que corre con violencia por esas venas ardientes

Cuando están dos hombres al sol, ¿no hay siempre uno cuya sombra molesta al otro?

¿Desde cuándo se esconde alguien por haber vengado su honor? Me pasearé muy a gusto con la espada desenvainada y sin quitarle ni una gota de sangre

Lo que se llama virtud, ¿es sólo la ropa de domingo que uno se pone para ir a misa?

Sin duda hace falta una chispa para incendiar un bosque; pero la chispa puede salir de un guijarro, y el bosque se quema. Así es como el brillo de una sola espada puede iluminar todo un siglo

Seguramente no todos los hombres son capaces de hacer grandes cosas, pero son sensibles a las grandes cosas

Si hay alguien allá arriba, cómo debe reírse de todos nosotros

Si los republicanos fueran hombres, ¡qué revolución habría mañana en la ciudad!

¡Ay, los reyes son los únicos que no sueñan jamás! Todas las quimeras de sus caprichos se transforman en realidades, y sus pesadillas se convierten en mármol