No te veré morir

El dinero es el espejismo más frágil que existe

Es en las caras de los demás, y no en el espejo, donde uno ve el paso del tiempo.

Igual no me querías tanto como pensabas, o no estabas enamorado de quién yo era. Estabas enamorado de tu amor por mí.

El olvido tenía una textura tan variable y azarosa como la memoria. El que se marcha olvida con mucha más facilidad que el que se ha quedado. Para el que se marcha desaparece el mundo en el que se anclaba la memoria.

Pero no quiero hacer responsable a mí padre del curso que tomó mi vida. Quizás a mí no me costó renunciar a lo que pensaba que era mi vocación porque en realidad no estaba seguro de mi talento.

Flotando sin esfuerzo en una doble extranjería, americano a disgusto en España y español resabiado y escéptico en Estados Unidos, despegado últimamente de todo salvo de algunos recuerdos y algunos lugares.

Se miraron el uno al otro como si acabaran de sacar las cabezas del agua.

Si estoy contigo es que esto es un sueño, aunque no lo parezca.

Al alejarse de Adriana Zuber de quien se había apartado era de sí mismo, de las mejores posibilidades que había en él.

El tiempo no cura nada. El tiempo mata. El tiempo empeora y destruye.