Lluvia oblicua

“Ha sido un gran malentendido vivir, pero no había otro remedio que seguir con la vida y con los sueños.”

En Lluvia oblicua, el autor Manuel Moya nos construye los últimos días del poeta Fernando Pessoa antes de morir a causa de una cirrosis hepática. A través de su narración, nos transporta a las calles de Lisboa, donde paseamos de la mano de Pessoa y le acompañamos en sus últimas reflexiones.

Me ha gustado mucho la forma en la que está escrito, con cariño y mezclando algunos textos originales de Pessoa. El autor sabe mantener durante todo el libro una atmósfera profunda y poética digna de representar los últimos momentos del poeta. Es un gran trabajo.

En resumen, me ha parecido una buena obra. La he disfrutado gracias a masa crítica y la editorial baile del sol, que es una maravilla.

“Esta es mi ciudad, este soy yo. No hay mucha diferencia, que digamos (…) Hemos llegado a ese punto en el que ambos nos reflejamos, ambos caminamos a la par, ella por mi ser y yo por sus calles, y no hace falta que nos reconozcamos porque entre lo igual y lo igual nunca hay extrañeza.”

Cuando resulté agraciada con este libro en la Masa Crítia de Babelio me sentí muy contenta y al recibirlo confirmé que tenía pintaza. Es cierto que Baile del Sol no defrauda.
Esta breve novela, a mi juicio, parece formar un triángulo perfecto con lo que evoca Lisboa y el propio Pessoa. Encuentras en todos ellos melancolía, cierto abandono, una luz algo triste, sensación de rendición y abatimiento, en definitiva, saudade.
Es tan profunda esa nostalgia y esa tristeza que adquieren una particular belleza, como las intrincadas calles de los barrios lisboetas más tradicionales.
Manuel Moya nos ofrece una prosa limpia pero intensa y con frecuentes toques poéticos, fruto sin duda de su fomación.
Todo el conjunto está preparado para disfrutar de una historia pausada y reflexiva que provoca ganas de ahondar en la obra de Pessoa y retornar a Lisboa. Siempre.

"Lluvia oblicua" me ha parecido, ante todo, una novela tierna y humana. En ella, acompañamos al poeta portugués Fernando Pessoa durante sus últimos días de vida.
Como la lluvia, esta es una novela móvil y fluida. No sólo por el vaivén físico de Pessoa, sino también por su vaivén psicológico: sus continuas reflexiones, monólogos interiores, recuerdos... Todo ello hace que estemos ante una novela ágil, aunque argumentalmente no ocurran muchas cosas.
Por último cabe señalar, como no podría ser de otra manera teniendo a Pessoa como protagonista, que estamos ante una novela muy lírica y poética, así como simbólica, que hace de su lectura una experiencia hermosa pero también desasosegante.