Monfragüe

No conozco el Parque Nacional de Monfragüe, pero este libro ha despertado mi curiosidad y me ha impulsado a buscar fotos en esa fuente inagotable de información que es Internet... Y qué belleza de lugar: me he emocionado viendo sus paisajes, a esos buitres sobrevolándolo. Solamente viéndolo en dos dimensiones y por lo que el autor cuenta en este libro, entiendo que pueda ser un espacio para disfrutar no solo de la naturaleza, sino también del silencio; un remanso para reflexionar, donde encontrar paz y curar las heridas que llevamos por dentro, las que no se ven, que son las más difíciles de cicatrizar.
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1982 y 2018. Dos épocas diferentes para un mismo protagonista: un escritor que regresa a Monfragüe con la necesidad de sanarse. Algo ocurrió allí en el 82 y ahora, ya adulto, se reencuentra con aquel lugar que es una profunda brecha en su vida.
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Mientras el escritor recorre el parque, los recuerdos se hacen presente: algunos bonitos, como la amistad o el nacimiento del primer amor; otros son punzantes, como el acoso escolar o la inercia a dejarse llevar por lo que hacen los demás sin pensar por nosotros mismos ni ser fiel a nuestros sentimientos... Ahora es momento de sacar esa espina y cerrar su surco palabra a palabra, adentrándose profundamente en la herida y recorriéndola para limpiar la culpa.
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"Monfragüe" me ha hecho descubrir a Javier Morales y ganar 2 certezas: que el autor escribe de maravilla y que este libro es estupendo. En él, además de una buena carga sentimental, encontramos preocupación por la naturaleza o por la educación (la importancia de los profesores y cómo pueden dejar en nosotros su huella, para bien y para mal). Algo sanador hay en su prosa, como si sus frases y sus párrafos fueran capaces de despeinar lo que duele y descorchar la nostalgia, convirtiéndose después en una red balsámica que alivia y cura. Y terminas la novela con emoción y sintiéndote bien.
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Un viaje vital y purgante en el que hay sitio para la ternura. Un libro muy recomendable. Otro acierto de Tres Hermanas.
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Respirad, os llevo a un lugar que conozco y uno de los parques naturales más bonitos de España. Fue un placer leer Monfragüe de Javier Morales, un escritor que en cada palabra, pellizca tu alma. Abran sus alas y déjense llevar…¡Empecemos!

Estimado lector, ¿Puede haber algo que se quede con nosotros para siempre en nuestro corazón? Sí, Monfragüe, una novela que está escrita de manera intimista, en momentos poética y abordando temas de interés, adentrándonos en un diálogo entre los vivos y los muertos y cómo, sin darnos cuenta, nos alejamos de algo tan preciado como la naturaleza, de donde partimos y a donde finalmente volvemos.
Javier, nos mece entre sus letras de una manera que nos hará sacar alguna sonrisa, lagrimilla y momentos muy tiernos de forma cómoda y sosegada.
El protagonista vuelve al lugar donde la vida se hace pedazos y de esa manera comprender, y que la naturaleza le sirva para encontrar el perdón.
Es un viaje interior, que nos enseña que sin violencia podríamos reencontrarnos con esa naturaleza tan alejada, dando claridad y entendimiento a uno de los problemas más desagradables en nuestro presente.
En definitiva, si lees esta historia, descubrirás a un autor y narrador apasionado por el medioambiente, dando pinceladas de misterio y autobiografía.

¿Me atrapó? Obviamente sí, es un grito de esperanza, que nos incentiva a reconectarnos con la naturaleza. Lleno de grandes momentos para reflexionar y por qué no, debatir. Una novela que nos invita a disfrutar de una historia conmovedora y muy recomendable. Felicidades por la propuesta a Tres Hermanas.

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