Ángeles rotos

Me resulta complicado analizar este libro porque, a pesar de que se me ha hecho largo y en muchas partes excesivamente denso, tiene temáticas en su trasfondo que me resultan tremendamente interesantes y dotan al libro de una profundidad que va más allá de su trama.

Takesi Kovacs deserta del ejercito para el que trabaja para embarcarse en una expedición que tiene como objetivo vender un antiguo yacimiento alienígena al mejor postor, aliándose por el camino con distintos personajes, incluyendo a la arqueóloga que encontró el mencionado yacimiento.
En esta novela Kovacs se aleja de la Tierra para mostrarnos el funcionamiento de los planetas colonizados, o mejor dicho, como funcionan las guerras en estos mundos. A través de la trama principal vemos como la guerra afecta de forma diferente a las empresas, gobiernos y a la población civil, siendo esta última la que sufre de forma más directa las consecuencias de los conflictos bélicos, mientras que los soldados son usados como carne de cañón, que es llevada hasta la extenuación o hasta la locura, siendo los muertos quizá los más afortunados.
Del mismo modo, nos muestra el rostro de aquellos que ven en la guerra oportunidades para enriquecerse, muchas veces ayudando a prolongar los conflictos más allá de lo necesario para extender su lucro.
Lamentablemente, la trama principal no es tan atractiva como el subtexto, y la carrera por ver quién se apropia del yacimiento arqueológico extraterrestre acaba volviéndose aburrida.

Es una pena que Morgan no haya logrado dotar de un atractivo mayor a la trama principal, y que muchas de las subtramas carezcan del gancho como para reforzar los puntos débiles de la novela. Esta novela, y sobre todo su trasfondo merecían más.

Takeshi Kovacs tiene la misión de ir al planeta Sanción IV. Allí deberá proteger un yacimiento arqueológico alienígena muy importante, pues este puede aportar un descubrimiento enorme para la tecnología espacial antigua. El problema es que hay una gran guerra en ese planeta donde hay grandes intereses económicos ocultos y quieren apoderarse de esa nueva tecnología.

Podríamos decir que esta novela es totalmente independiente de la primera, aunque el protagonista sigue siendo Takeshi Kovacs, quien además es el narrador. Como dije, este libro se podría leer casi de forma independiente del primero, aunque recomiendo seguir el orden, pero el lector va a encontrar lo necesario para entender la historia sin necesidad del primero. También es cierto que esta segunda entrega transcurre muchos años después de la primera. Destacan sus personajes, con unos diálogos llenos de humor irónico y bastante punzante, los cuales tienen una personalidad muy marcada.

En este libro vamos a encontrar numerosas subtramas que se van entremezclando unas con otras. La principal es que Kovacs se enrola en el grupo mercenario conocido como Cuño de Carrera, el cual combate contra el líder rebelde Joshua Kemp. Este ha iniciado una guerra en Sanción IV, un planeta perteneciente al Protectorado (algo así como la ONU). La segunda es la protección de ese yacimiento arqueológico y la tercera se centra en esa misma civilización alienígena.

Pero también tiene algunas cosas negativas este libro. El ritmo de esta nueva aventura es algo más lento que el primero. La trama tarda algo en arrancar, al igual que la creación de los personajes, los cuales van muy poco a poco.