Neil Gaiman es, entre sus más que múltiples facetas, un lector entusiasta y apasionado que transmite toda esa pasión al hablar de los libros que ha disfrutado. Y te la contagia, al menos a mí, que siempre me dan muchísimas ganas de leer esos libros de los que habla. Así fue con Entrebrumas, publicada en 1926 y considerada la primera novela de fantasía, treinta años antes de Tolkien. Me ha gustado mucho, está maravillosamente bien escrita y me ha encantado descubrir cómo Stardust, del propio Gaiman, y Jonathan Strange y el Señor Norrell, de Susanna Clarke (autora que también descubrí gracias a Gaiman), claramente se inspiran en ella. |