Páradais

Páradais es su tercera novela (aunque empezada antes de Temporada de Huracanes), dónde la autora, con una escritura enrabiada, cruda y soez, y con un ritmo trepidante narra la radiografía de un asesinato. El suceso sirve de tela de fondo para denunciar la deriva violenta de la sociedad mexicana en la región de Veracruz. (Se le ha hecho un paralelo con el libro de Truman Capote A sangre fría porque ambos utilizarían el mismo procedimiento).

La narración se hace a la tercera persona con uno de los dos protagonistas, Polo, el pobretón y explotado. La prosa surge como un flujo de consciencia, lo que hace que el lector se sitúe en la piel misma de los personajes.

Esa es la gran novedad de este libro : el modo de narración y la crudeza extrema del lenguaje. El análisis de las críticas sociales mexicanas en el texto está muy bien logrado y al lector de sacar la enseñanza de tales desmanes.

Los protagonistas son dos adolescentes. Polo, 16 años, abandonó sus estudios por su propia elección; entonces debe empezar a trabajar para ayudar a la madre que lucha sola para sobrevivir. Por recomendación, lo contratan como jardinero (en realidad como esclavo para todo) en un condominio de lujo de Veracruz, llamado Paradise que los locales escriben páradais. Rápidamente el muchacho se da cuenta de que lo explotan y sueña con afiliarse al grupo que frecuenta su primo Milton, a los que llaman aquellos, porque no quieren llamarlos narcos : delincuentes asesinos, violentos, degenerados. En su casa la madre lo maltrata y le impone la presencia de una prima viciosa.

El otro protagonista es el gordo Franco Andrade, un obeso mórbido, repelente, que también ha fracasado en sus estudios, razón por la cual los padres lo inscribirán en una academia militar. Esperando la entrada a la academia, vive con sus abuelos en este lujoso condominio. Se siente el abandono « protector » hacia este infeliz muchacho de la parte de padres con dinero, pero sin educación. Franco Andrade tiene obsesiones sexuales enfermizas con una vecina y las convierte en verdadero delirio.

El par de adolescentes se cruzarán en el condominio y comenzarán a congeniar porque el gordo surte en alcohol y en cigarrillos al pobretón de Polo. Poco a poco el gordo urde un plan para abusar sexualmente de su vecina y procurar dinero, mediante un robo concomitante, a Polo que sueña con evadirse.

Porque a este nivel de subcultura y de falta de educación las opciones son pocas. Sólo los narcos pueden ofrecer oportunidades de vida mejor, al menos en el plano estrictamente material…

La historia inventada por Fernanda Melchor, sirve para darse cuenta de la horrorosa situación que enfrenta México con la corrupción que acarrea el narcotráfico y la violencia inaudita que emana de ello.

Dos medios socioeconómicos a años luz de diferencias socio/materiales, que sin embargo acarrean sus propios problemas, dos adolescentes en crisis existencial, la violencia acechando por doquier, y muy especialmente la violencia hacia las mujeres (un promedio de 10 femicidios/día en México, la frecuencia de los embarazos en menores de edad, todos estos factores de vulnerabilidad social hacia la mujer).

Lo notable del libro es que el hecho delictivo y clímax de la novela, ocupa apenas una página. El resto es un desarrollo para explicarnos el mecanismo íntimo de esta violencia. Duro y magistral.
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