Páradais

Hoy traigo una novedad en mis reseñas y en mi vida, puesto que es la primera lectura que ha sido escuchada y no leída. Desde hace tiempo sabía que en e-Biblio había audiolibros pero nunca me había dado por probar con alguno, hasta que mi amiga Miriam me dijo que había estado escuchando Páradais y que le había gustado mucho cómo lo leía la narradora (que en este caso es Karina Gidi), así que me animé a escucharlo yo también.

Páradais nos cuenta la historia de Polo, un joven que trabaja como jardinero en el complejo residencial Páradais, ubicado en la ciudad de Progreso (los nombres elegidos me parecen sublimes). Desde que su primo Milton desapareció para irse con una banda de narcos, su vida es un continuo discurrir de días en los que tiene que aguantar a los pijos de la urbanización donde trabaja, sin más aliciente que el de emborracharse al terminar la jornada con el fin de llegar lo más tarde posible a su casa y no aguantar ni a su madre ni a su prima embarazada. Por aprovecharse del suministro de alcohol que le ofrece, Polo empieza a alternar con Franco Andrade, uno de los residentes, que básicamente es descrito como un gordo pajillero cuyas diatribas de borrachera siempre versan sobre su vecina, una madre de familia muy atractiva. Finalmente ambos llegarán a un punto de no retorno, Polo por querer huir de un trabajo y una vida que odia y Franco por no aguantarse más las ganas de tirarse a la vecina, y planificarán el supuesto modo de dar ese paso adelante que tanto necesitan los dos.

Hace unos meses leí “Temporada de huracanes” (lectura 158), también de Fernanda Melchor, y no me gustó, me pareció que el uso de la violencia, sobre todo verbal, no estaba justificado. En esta ocasión la autora también hace uso de ese lenguaje, pero creo que en menor medida y con más sentido. También es verdad que puede que el hecho de escuchar y no leer me haya dado una sensación diferente a la que sentí entonces. Y, en cuanto a la experiencia de escucha del audio libro, me ha sorprendido gratamente, porque aunque hay que estar atenta todo el rato para no perderte nada, no es algo que se te haga pesado. Supongo que esto se debe en parte al texto en sí, pero sobre todo a cómo es la narración oral, y en este caso creo que la elección de Karina Gidi, actriz mexicana, aporta muchísimo al relato. Así que ya sabéis, si no lo habéis probado nunca, os animo a escuchar algún texto para sentirlo de otro modo 🙂