La última migración

La última migración, es un libro cuya prosa evocadora marida perfectamente con el silencio que sólo es capaz de ofrecernos en ocasiones la naturaleza, especialmente si hablamos del despoblado y helado Ártico.

Narrado en primera persona, Charlotte McConaghy su autora, da voz a Franny Stone, un personaje difícil de olvidar pues conviven en su interior, una pulsión auto destructiva y un instinto salvaje de supervivencia que me ha dejado impactada.

Sí, es cierto que La última migración nos habla de cambio climático y de los estragos que los humanos causamos en el planeta, pero de una manera dolorosamente amena, haciendo gala de una contención que llega al lector de manera directa.

Es un libro sobre viajes, algunos en forma física: como el de las aves y el de los humanos que siguen su estela y encuentran en el mar lo que les falta en la tierra. Otras de esas travesías son emocionales: oportunidad de cambio para unos, despedida para otros y el momento para todos, de vivir una última aventura llena de contratiempos y situaciones extremas.

El libro plantea en su primera parte muchas incógnitas que se van desvelando poco a poco a lo largo de la segunda, en la que conocemos más de la historia de amor de Franny y Niall Linch. Todo lo que envuelve a una protagonista, marcada por la pérdida, el dolor y una carga genética desfavorable, contrasta por su amor a la naturaleza, especialmente las aves y el mar y una gran fortaleza a pesar de todo lo vivido.

He leído este libro con todas mis defensas activadas, intuía desde el principio que sería bello pero duro. Imposible no empatizar con Franny que parece acumular "mala estrella" para varias vidas. Debo decir que he fracasado estrepitosamente, pues La última migración es una tormenta emocional que te cala por completo y de la que dificilmente puedes salir indemne.

Mi experiencia de lectura ha sido perturbadora y siento esa resaca emocional que suelen acompañar a los libros en los que sigues pensando tras cerrar la última página. A pesar de todo el dolor y la deseperación que transmite por momentos, nos deja un asombroso y esperanzador final que me ha encantado.


Muchas gracias a Babelio y Masa Crítica por su labor de difusión cultural y a Salamandra por publicar libros tan bonitos. Una vez más me siento afortunada por salir de mi zona de confort y haberme atrevido a pedir un libro tan especial y tenido la oportunidad de reseñarlo.

CONCLUSIÓN:
Recomiendo leer esta historia, tanto por su preciosa prosa, como por la ejecución de la trama que te incita a leer continuamente, así como por su mensaje final.

Leer La última migración ha sido comparable a una zambullida en agua helada, hasta el punto de que el frío te cala los huesos y te deja tiritando durante horas. McConaghy ha escrito una novela dolorosa, oscura, misteriosa, incluso depresiva en su mayoría, pero tiene una fuerza que tira del lector y lo absorbe en ese ambiente lúgubre y melancólico. En verdad admito que ha sido una novela de esas que dejan algo de resaca emocional.

Ambientada en un futuro distópico, McConaghy nos sitúa en un mundo donde muchas especies animales se han extinguido y otras están a punto debido al cambio climático y la actividad del ser humano. Su protagonista, Franny Stone, decide emprender un viaje desde Groenlandia en barco para rastrear el vuelo de los últimos charranes árticos. Para ello, convence al capitán de un barco pesquero y se une a su tripulación.

Poco a poco nos adentramos en la vida de Franny con capítulos que nos llevan a su pasado y nos damos cuenta de que este personaje guarda muchos secretos. La autora nos va desvelando detalles en pequeñas dosis a lo largo de la novela. Franny es una persona intrigante, con un pasado traumático desde la infancia y ha vivido una serie de experiencias que han hecho mella en su salud mental y que aún sigue arrastrando en su vida adulta.

La sensación que transmite La última migración es como si Franny se fusionara con la naturaleza y formara un único ente en la historia. Cuando al principio me refería a la novela como una zambullida en agua helada, es porque literal y metafóricamente lo parece: olas, mar bravo, glaciares, viento, temperaturas bajo cero…todo esto mezclado con soledad, agonía, cansancio, huidas, abandonos, etc. Sin duda, la naturaleza está en sintonía con los sentimientos y emociones de su protagonista. A pesar de ello, Franny muestra fortaleza y determinación, sigue remando, sumergiéndose y nadando en búsqueda de una señal que la haga seguir viviendo y con ello, encontrar su redención. Y esto, en definitiva, es lo que te empuja a seguir navegando y no echar el ancla con este libro.

Este libro nos traslada a un mundo casi al borde del colapso en el que el cambio climático y el egoísmo del ser humano han llevado a la extinción masiva de miles de animales. Un futuro distópico por desgracia cada vez más cercano y aterradoramente probable.

La trama principal de esta novela es la historia de Franny, una mujer peculiar y misteriosa, amante de la naturaleza y en especial del mar y de las aves.
Franny es una mujer llena de dolor y de culpa, marcada por todo lo que ha vivido y por las pérdidas que ha experimentado a lo largo de su vida. Pero también alguien con una gran resiliencia que la impulsa a seguir adelante y que la ha llevado a emprender un viaje en barco para seguir a unos pájaros, los charranes árticos, en la que puede ser su última migración antes de que la especia desaparezca.

Franny cuenta en primera persona su historia. Dando saltos entre el presente y distintos momentos del pasado iremos descubriendo detalles de su vida (su infancia, su pasión por el mar, su familia, su gran amor), piezas que poco a poco iremos juntando y que nos permitirán formar el puzzle con su historia.


La última migración es una novela dura, triste y emocional. Un drama que nos invita a reflexionar sobre el daño que causamos los humanos al planeta, pero muy distinta a lo que me esperaba cuando leí que esta novela era una ecoficción distópica. Aún así, me ha gustado bastante y, aunque hacia la mitad del libro hubo algunos capítulos en los que me dio la sensación de que la historia se estancaba un poco, me ha parecido una lectura amena y diferente, que me deja con buen sabor de boca.

¿Se imagina un mundo sin animales? ¿los cielos huérfanos de pájaros? ¿las selvas sin chimpancés? ¿la sabana sin los grandes felinos? Todo esto y mucho, mucho más imagina la escritora novel Charlotte McConaghy en su ópera prima, recién editada en español. "La última migración", mejor novela de 2020 para la revista estadounidense Time, es todo un alegato por la naturaleza, clama contra la destructiva mano del hombre y cincela una ficción distópica de un mundo sin animales, tan futurista como preocupante. Sometida a una trama intrigante, corta, de apenas 300 páginas, con continuos saltos en el tiempo, su protagonista se aferra a una última esperanza. Hacer lo que nadie ha hecho antes. Seguir a unas aves, los charranes árticos, prácticamente extinguidos, en la migración más larga del mundo animal, del Ártico a la Antártida y a la inversa en menos de un año.
Enlace: https://diariosanitario.com/..