La última migración

Antes el mar estaba lleno de criaturas tan milagrosas que parecían producto de nuestra fantasía, (…) También había espléndidas bestias aladas que surcaban los cielos y que ahora están desapareciendo (…) No están desapareciendo . -Se corrige-: Están siendo masacradas violenta e indiscriminadamente ante nuestros ojos. Nuestros dirigentes han decidido que el crecimiento económico es más importante. Que su codicia justifica la extinción masiva.

Me tiendo de espaldas en el mar y me siento más perdida que nunca, porque no estoy hecha para la nostalgia, no estoy hecha para añorar lo que siempre he estado tan desesperada por abandonar.
No es justo que uno sea capaz de amar, pero incapaz de quedarse.

Hay placer en los bosques sin caminos. Hay éxtasis en una costa solitaria. Hay compañía, allí donde nadie está presente. Hay sociedad donde nadie se entromete, y hay música en el rugido del océano profundo.

El impacto de una vida no se mide sólo por lo que da y lo que deja atrás. También se mide por lo que le roba al mundo.

Los animales se están muriendo. Dentro de nada estaremos solos en el mundo.

Tal vez hubo un tiempo en que el mundo podía tolerar que pescáramos y devoráramos. Pero ya no

Mi vida ha sido una migración sin rumbo, lo que en sí mismo no tiene sentido. Me pongo en camino sin motivo, sólo para estar en movimiento, y eso me rompe el corazón una y mil veces. Es un alivio tener por fin un norte. Me pregunto qué sentiré cuando lo alcance.

Miles de especies se están extinguiendo ahora mismo en medio de un silencio generalizado. Estamos acabando con criaturas que han aprendido a sobrevivir a todo, a absolutamente todo, menos a nosotros, los humanos.