--Eso pensaba yo.--La señora Lamb soltó un suspiro bien audible. El Hermano Timon llevaba ya un año entero con su famiia, y durante ese tiempo había puesto en práctica su idea de "ser, no hacer" con rigor absoluto. A ella, personalmente, eso del "crecimiento divino" había acabado por parecerle un proceso caro e insatisfactorio. |