—Me has enseñado a sentir, a apreciar, a percibir la vida de otra manera y ahora necesito seguir lo que mi corazón quiere. Y lo que él quiere y yo quiero eres tú. Sólo tú.
|
—Me has enseñado a sentir, a apreciar, a percibir la vida de otra manera y ahora necesito seguir lo que mi corazón quiere. Y lo que él quiere y yo quiero eres tú. Sólo tú.
|
—Tienes veinticuatro años y yo treinta y seis, pero el influjo que ejerces sobre mí es increíble. Tú, con tu corta edad, has derribado mis defensas para volverme loco como nunca antes una mujer lo había conseguido.
|
—No pegamos ni con cola. Es demasiado mayor para mí. Es demasiado recto, pulcro y severo para estar con una chica como yo.
|
—Mira, romanticona, como diría una que yo sé, los príncipes azules también destiñen. Y no, no me hables de príncipes cuando sabes que el mundo está lleno de ranas, sapos y culebras.
|
ero ¿qué hace, señorita? Lizzy, aún dolorida por el batacazo, murmuró atropelladamente con un hilo de voz: —Uf... Menudo placaje te he hecho |
¿Quién es el autor/la autora de Episodios Nacionales?