Carcoma

Es oscura, corrosiva y violenta. Aunque esto último no en el sentido más directo, sino en el que da vueltas y ataca cuando uno menos se lo espera, de la manera que no se lo espera.

Al inicio me atrapó con su atmósfera opresiva, con las sombras que corretean por debajo de los colchones y entre las alacenas, con los susurros que se esconden de ojos ajenos y hacen que tiemblen hasta las entrañas. Me recordó a una mezcla entre «Siempre hemos vivido en el castillo» y «La maldición de Hill House», de Shirley Jackson. Luego ya no.

El primer capítulo da contexto a la vida actual de las dos protagonistas, a las dos narradoras, abuela y nieta, encadenadas a un hogar que nunca llegó a serlo. Después viaja en el tiempo, a un pasado no tan antiguo, pero que fue el inicio de todo, de cómo se llegó al presente. Sé que es la premisa completa, la historia de esta familia, más bien, la historia de las mujeres de esta familia, pero me ha dado un poco de pena que luego se perdiera un poco la atmósfera tan oscura de la propia casa; sé que la atmósfera de por sí no da juego, necesita hilos de los que tirar y una trama a la que dar voz, pero supongo que es lo que me pasa por no leerme ninguna sinopsis.

El pasado está lleno de justicias, de asco y de venganza. de una sensación opresiva en el pecho y en los pensamientos. de algo que se pudre y comienza a oler mal. de asco y odio y confusión. de un clasismo que roza la locura y de una gente que solo quería seguir viviendo, no sobrevivir a base de las migajas de los que más tienen y menos quieren dan. La espera es agónica, aunque la novela sea corta; cae poco a poco, como una guillotina que se detiene en el tiempo: sabes que cumplirá con su objetivo, pero no sabes cuándo.

Me parece curioso que en las reseñas negativas se destaque la forma de escribir sin comas, es verdad que no es un libro que pueda ser del agrado de todo el mundo, pero esa falta de pausas de comas de añadir un poso de recuperación, es la esencia de esa narradora, de su presente y de su vida. También de la atmósfera en la que se encuentra. Es esa ligera falta de aire que acaba en confusión, para después acabar en un punto y encontrar las comas en lo demás.

Es una historia enrevesada que se comunica de manera directa, pone los pelos de punta aún sin regodearse en la etiqueta del terror.