Una historia de perros viejos

Un día, Munny decide abandonar su hogar para dirigirse a un lugar en el que descansar tranquilo hasta sus últimos días. En su camino se encontrará con una chihuahua llamada Chica, que se ha perdido y no logra encontrar el camino de vuelta, aunque sí recuerda una cosa: un enorme árbol que veía desde la ventana de su casa. Después de salir vivos de un ataque por parte de otros perros, Munny decidirá acompañarla hasta el parque donde se encuentra ese enorme árbol y ver si reconoce su edificio.

Estamos ante un cómic que tiene mucho de western crepuscular con toques que me han recordado al cine negro, y con perros como personajes. Nos encontramos con personajes cansados, que han sufrido mucho, con una vida complicada que sigue presente en su memoria y lo que van a vivir también será duro. Es una historia con mucha crudeza que se lee rápidamente. Quizás es por lo rápido que pasa todo que no da tiempo a sentir las situaciones tanto como deberíamos. Sin embargo, combina muy bien la humanización de estos personajes con cosas difíciles que pueden pasar realmente estos animales.

No es la primera vez que nos presentan una historia donde los protagonistas son animales, pero pocas veces tan cruda. Munny es un perro que abandona su hogar porque ya no se siente parte de él. Su objetivo es volver a las calles donde su familia humana lo rescató sin conocer su pasado. Su primer amo lo sometía a peleas de perros donde demostró su frialdad y fuerza al salir vencedor de muchas de ellas.

Su objetivo es llegar a un parque donde destaca un árbol de grandes dimensiones y, según aseguran, no falta comida y Munny desea vivir tranquilo hasta su muerte. Durante la primera noche que pasa fuera conoce a Chica, una perrita de raza chihuahua, y ahí empieza su enfrentamiento con una terrible banda de perros liderados por «El Capitán». Munny y su nueva compañera vivirán asediados por esa banda que no les da tregua. En su camino, se encontrarán también con Hiena, un perro que tuvo el mismo amo que Munny e idéntico trato. Gracias a Hiena, conoceremos el pasado de Munny y también el motivo por el que ha huido de su casa.

Tras un recorrido por las calles de una ciudad donde los humanos son ajenos a las circunstancias de los perros, Munny llegará al parque y hará un descubrimiento que hará que se replantee su destino. Porque a veces tomamos decisiones sin conocer toda la verdad y sin tener en cuenta que el dolor de los demás es una oportunidad para demostrar lo que sentimos por ellos y no escapar.

Manuel H. Martín es el guionista de esta novela gráfica prologada por Carlos Zanón e ilustrada en blanco y negro por Juanma Espinosa que ha logrado dotar de emociones a los perros protagonistas y las calles que los acogen.

Una historia que nos hace reflexionar por el terrible trato que algunos infringen a los perros y a otros animales, y cómo estos tienen una vida que, más allá de la ley del más fuerte, se rige por sentimientos y emociones similares a las nuestras. En palabras de Carlos Zanón, tienen «tinta de wéstern crepuscular» y sus personajes «tratan de escapar del agujero negro del ser o no ser».
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Es de agradecer que artistas como Manuel H. Martín y Juanma Espinosa y editoriales como Dolmen den la opción de disfrutar de sus obras de forma gratuita.
Una historia de perros viejos es una novela gráfica autoconclusiva, con una historia día sobre perdidas, venganza, nuevas oportunidades y sobre la crudeza de la vida, usando para ello unos perros como protagonistas.
Aún así, quizás el motivo de que no las haya disfrutado más puede ser debido a que no es el género o tipo de cómic que suelo disfrutar, ya que soy más de cómic fantástico y de ciencia ficción.
Aún así, una novela gráfica breve que seguramente otro tipo de lector sepa apreciar mucho más.

Como bien muestra la sinopsis este novela gráfica, se trata de un relato de redención, de búsqueda del autoconocimiento y de toma de decisiones.
La novela entrelaza una historia secundaria que, aunque pueda parecer el eje principal de la lectura, no será sino hasta el final del libro cuando el lector descubra el verdadero propósito de Manuel H. Martin.

A lo largo de su lectura el lector descubrirá una considerable cantidad de reflexiones bastante serias sobre temas que atañen al ser humano y la sociedad en la que vivimos, sin embargo, todo ello será contado a través de las vidas de un puñado de perros viejos.
Cabe resaltar también unas muy buenas ilustraciones de Juanma Espinosa, creando una atmósfera bastante realista y una buena caracterización de los animales protagonistas.

Para mi gusto, quizá esta novela gráfica contiene demasiados temas complejos en muy pocas páginas, lo cual hace que no sea posible ahondar en ellos; pero a su vez, merece un buen reconocimiento la capacidad del autor de entrelazar todas estas temáticas en una breve historia.

En definitiva me ha gustado y lo recomiendo a todo aquel que disfrute de la novela gráfica, el comic, y las historias con fondo.


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