Habitación 502. Your secret is mine

-...Porque a mí no me importaría ser el segundo plato siempre y cuando me comas tú.

Lo único que debemos hacer, en caso de ser conscientes de aquello que nos hace vulnerables o infelices, es buscar la mejor forma de remediarlo.

Los efectos colaterales de buscar nuestra propia felicidad no deberían darnos miedo.

Cuando queremos a alguien procuramos dar lo que consideramos, bajo nuestro punto de vista, que es mejor y nos esforzamos para que superen nuestros límites.

No estaba seguro de si este sería un buen plan, pero a veces hay que quemar todos los cartuchos para luchar por aquello que queremos conseguir.

-Quiero rodearme de felicidad, por mucho que cueste encontrarla.
-Brindemos por eso. Por las metas difíciles, pero no imposibles.

-Ahora en serio. Recuerda que a veces cuando deseamos algo con fuerza puede terminar cumpliéndose, con todas sus consecuencias.

-Por favor, tutéame.
-Será mejor que no.
-¿Tutear es una falta de decoro?
-Más que falta de decoro, es una falta de confianza.
-Eso se puede arreglar.
-Para poder hay que querer.

-Pobre cría... Su madre la tiene de mascota.
-¡Niñas! No podemos opinar porque no conocemos todo lo que pasa ahí.
-Tienes razón, mamá, toda historia es diferente según la perspectiva desde la que se viva.

-Sabes que no es tan fácil.
-Supongo que la gracia del camino difícil consiste en darnos cuenta de todo lo que somos capaces de conseguir para alcanzar nuestros deseos.