Estrellas al atardecer

Nina Wentworth se ha pasado gran parte de su vida cuidando de su familia. La madre de esta siempre se negó a asumir la responsabilidad de cuidar de sus hijos y de su propio negocio, por lo que Nina siempre ha tenido que hacer de adulta. Incluso sacrificó la Facultad de Medicina para que su hermana pequeña pudiera salir de la isla. Cuando Averil, su hermana, vuelve a Blackberry Island, no le hace mucha gracia. Mucho menos cuando todo comienza a complicarse en vida y cada vez ve más lejos el escapar de esa isla.

Nina es la protagonista de la historia. Nina es una mujer muy agobiada, al principio cuesta un poco entenderla pero luego se empatiza mucho con ella. Es una mujer llena de dudas, especialmente sobre su apariencia física desde que mantiene una relación con dos hombres a la vez. Pero la trama gira más en torno a la relación que va teniendo Nina con las mujeres que le rodean, principalmente con una madre disfuncional y con una hermana mimada y envidiada. Aquí encontramos un triángulo que es la clave de la historia: una madre que no ejerce ni crece, una hija que creció demasiado rápido y otra hija que no se involucra en la vida porque la mayor se lo deja todo en bandeja.

La relación con los dos hombres, Kyle, el que siempre estuvo enamorado de ella, y Dylan, su novio de la adolescencia, es también algo compleja. Con el primero parece más bien una relación esporádica, pequeños encuentros rápidos cuando él no está trabajando. Con el segundo, es una explosión de antiguos sentimientos muertos.

La historia está bastante bien. Está llena de sentimientos y los transmite muy bien al lector. Este va a sentir en muchas ocasiones una gran tristeza, pero también felicidad y algunos momentos divertidos. Y te va a romper el corazón. Debo decir que hay cosas que no me convencieron mucho y me descolocaban un poco, pero hay otros puntos fuertes que sí me gustaron mucho. En primer lugar, representación LGTB, pues la madre de Nina tiene una amante/compañera/novia llamada Bertie.