Ex-Libris

Vi este cómic en eBiblio y, sin tener mucha idea de lo que podía tratar, me animé a tomarlo prestado. Pensé que podría tratarse de un cómic sobre los libros en general y, en particular, sobre los ex libris o sellos que indican de quién es un volumen, pero cuál ha sido mi sorpresa al encontrarme con algo totalmente diferente.

Nos encontramos en una habitación pequeña en la que el espacio parece dominado por una alfombra de patrón laberíntico. La protagonista no entiende porqué está allí, ha aparecido en ese espacio sin más. al poco descubre que hay una estantería y que lo que contiene no son libros sino cómics. Se decide a ocupar el tiempo leyendo algún volumen; los hay de todo tipo: manga, viñetas de humor, libros de ilustraciones, cómic de superhéroes, etc., pero parece que ninguno le convence, como que no logra concentrar su atención y mantener el interés frente a una historia en viñetas. Intenta elegir por el nombre, busca alguna lectura que le de la clave para conseguir salir de allí, pero no termina de dar con la tecla correcta.

En el segundo capítulo avanzamos un poco más, parece que las historias con las que está dando hablan siempre de ella, y le traen a la mente recuerdos algo difusos de una relación tóxica, de vivencias algo traumáticas que ha tratado de ocultar bebiendo…y, en el momento en el que la protagonista empieza a atar cabos, la situación da un giro y comienza a estar al frente de la situación, pudiendo tomar decisiones sobre los siguientes pasos a dar.

No quiero hacer mucho spoiler, pero, como venía sin ideas preconcebidas sobre lo que iba a encontrarme, me ha pillado totalmente por sorpresa el desarrollo de la historia. El cómic juega mucho con esa idea de lector como parte de la obra también, hay una mezcla de historias y la propia estructura de viñetas se pone en duda con el fin de conseguir alcanzar el objetivo que buscaba el autor. En definitiva, me ha parecido una obra interesante, que sorprende por lo inesperado.

Pudiera ser que si comenzáramos esta reseña con las palabras de las notas de prensa, con extractos de algunas entrevistas y/o declaraciones, todo eso tal vez echara un poco para atrás a la hora de pensarse el comenzar su lectura, al menos al lector menos habitual de cómics. Por eso, no vamos a hablar en este caso de la influencia de la obra de Italo Calvino, de Borges, etc. No, el lector más avezado ya podrá sacar sus propias conclusiones, así como el que, o bien alentado por esta reseña, por curiosidad propia, o por cualquier otra causa, lea este cómic / novela gráfica o las notas de prensa, adelantos, etc. cuando su interés le lleve a ello.

Venga, al lío. Esta obra, de múltiples niveles, se ha de tomar como una obra del y sobre todo, sobre el cómic. Un volumen que nos muestra al cómic como una más de las artes, algo digno de admirar, conocer y reconocer; incluso como algo a lo que aspirar, por qué no. El autor desarrolla una historia con un personaje, en principio anónimo, en un único escenario; una habitación a la que el protagonista ha ido a parar, con una pequeña biblioteca casi exclusivamente de cómic, algo ajeno por completo a él. Pero, por una serie de circunstancias, se ve imposibilitado de abandonar la habitación, siendo los cómics la única manera de sobrellevar la soledad y el "encierro"; asimismo, esos cómics van convirtiéndose en una forma de escape, tal vez la única, tanto mental como físicamente de esa prisión que él mismo se ha ido creando. Para ello deberá leer los cómics, entenderlos, comprenderlos, saber descifrar su funcionamiento y sus claves, valorar el arte secuencial y cómo penetrar en sus secretos.

Todo ello, como vehículo de autor para hablarnos del amor al cómic, a la novela gráfica, al arte secuencial. Se sirve para ello de diversos fragmentos de obras que el protagonista va leyendo, y que le van ayudando en su camino; el autor mimetiza, cuando es preciso, el arte de autores y de obras reconocidas y, cuando la obra es exclusiva suya, es capaz de cambiar de estilo según requiera la situación en ese momento. Un gran aliciente para la valoración de la obra.

El, llamémosle camino del protagonista, corre paralelo a la lectura de las obras; los recuerdos, experiencias, que va desgranando a lo largo de la obra, tienen su correspondencia en sus lecturas... más bien, los cómics van encontrando un camino entre el caos mental del protagonista, entre todas las situaciones que han llevado a esa situación al personaje. Por cierto, también podemos pensar que todo ha sido un constructo de su mente, dada las múltiples pistas que va encontrando en la biblioteca, ayudado por su inmersión en ese arte que desconocía. Ese arte que va a acabar apreciando y que va a aprender a utilizar.

Otra cosa a comentar es que hasta el final no vemos nada del protagonista, al que veremos aparecer en una circunstancia digamos que curiosa, y que será una sorpresa, dado lo que ha ido contando sobre su vida y las circunstancias que le han llevado a su actual situación.

Una obra circular... ¿tal vez poliédrica? esto tendrá su explicación cuando leáis el cómic, sobre todo cuando enlacéis el principio y el final ;)

Obra metatextual, en realidad transtextual, que además de mostrarnos la vida de su protagonista, de las circunstancias que le han llevado a su penosa realidad, nos habla de los cómics dentro del cómic, presentando estos, como queda dicho, como un arte a reivindicar que además pueden ser de ayuda, de utilidad, de una cierta guía en ciertos momentos de la vida. Y con el añadido de las diferentes formatos y estilos que despliega el autor para cada obra determinada, para cada secuencia, para cada cómic que el protagonista lee, ya sea de su propia autoría, o mimetizando alguna obra conocida.

Y no vamos a hablar de que se basa en la novela de Italo Calvino "Si una noche de invierno un viajero", ni de la influencia de Borges, Cortázar, Nabokov... ni de los cinco tipos de transtextualidad... dejémoslo en que es una obra metaficcional; no, todo eso lo dejaremos para después de que hayáis leído esta obra.

Un homenaje al cómic y a sus autores.



J. Javier Arnau
Enlace: https://anikaentrelibros.com..

¿Os gusta los libros que os hace replantearos las cosas?

En este libros nos encontraremos a nuestro protagonista el cual no conoceremos ni su nombre, ni físico ni nada respecto a él, solo que tiene la suerte de encontrar una habitación donde descansar, al día siguiente se encontrara una librería que antes no estaba ahí ¿o sí? A través de los comics nuestro protagonista intentara recordar como llego allí y además salir de allí…
La verdad no había leído nada anteriormente del autor pero me ha sorprendido gratamente.
En esta novela grafica nos encontraremos un protagonista del que no sabemos nada pero a través de los comics conoceremos más y veremos retazos de los comics que por “casualidad” corresponderán a momentos de la vida de nuestro protagonista.
Cada comic que nuestro protagonista lea será representado en la novela con un estilo de dibujo diferente y eso dará un toque muy original a la novela consiguiendo atrapar al lector y sorprendiéndole.
Pero lo que más me ha gustado es como en una novela cortita (4 capítulos) y lo poco que conocemos del autor logre que aun así empaticemos con él desde el principio y además nos hará replantearnos lo de querer vivir en nuestro libro favorito.
En resumen una autentica maravilla.

De esta novela gráfica diré que es un magistral ejercicio de estilos en el cómic. Que un autor sea capaz de dominar tantos enfoques de la novela gráfica me indica que realmente es su pasión.

La historia nos adentra en diversos fragmentos con diversos estilos de dibujo y con planteamientos que se refieren a un protagonista al que en ningún momento llegamos a poner cara.

Es una obra un tanto peculiar, que si bien como historia en sí quizá no me ha aportado demasiado, lo que sí me ha resultado interesante es lo que señalé en un primer momento, ese recorrido por los distintos estilos y elementos característicos del género.

Un libro en el que te sumerges a ciegas y que puede que llegue a captar tu atención.

Cuando este comic llego a mis manos no sabía muy bien que me encontraría entre sus páginas. Y me ha sorprendido, la verdad.
Una persona encuentra una habitación para pasar la noche, a la mañana siguiente descubre que en esa habitación hay una estantería llena de libros, no, de cómics.
Con cada cómic que coge, nos muestra un poco de su vida, de cómo ha acabado ahí, de cómo se siente.
Cada cómic tiene un estilo de dibujo diferente y parece que son diferentes artistas los que participan en la obra, pero no, todo esto es el arte de un solo dibujante, Matt Madden. al que, por cierto, no conocía y tampoco me suenan ninguna de sus anteriores publicaciones. Esto tengo que remediarlo.