Papaya Salad: 2

Parece que le voy cogiendo el gusto a la novela gráfica… ¡Me ha encantado! A pesar de ser un libro gordito, su argumento, sus colores, sus referencias culturales e históricas y sus matices te atrapan y en dos días terminas la lectura. La novela tiene unas ilustraciones increíbles, llamativas, coloridas... Me ha parecido muy curioso el punto de partida de la novela; simplemente nace como una anécdota en una comida familiar a partir de una ensalada de papaya. Dividida en varias partes (cada parte denominada con un ingrediente de la papaya salad) cuenta la historia vital del tío de la autora e ilustradora. Cómo Sompong nace en un poblado alejado de Tailandia, su familia se traslada a China, estudia y decide viajar por el mundo. Con el telón de fondo de la II Guerra Mundial, que hace un pequeño cameo en la novela, como una brisa enfurecida que decide el destino de Sompong, Elisa Macellari nos mete de lleno en una historia de amor, de aventuras, de viajes a Europa, Estados Unidos y China, de anécdotas y de referencias culturales a la cultura asiática en general, y a la tailandesa en particular. Todo en la lectura ha sido perfecto, desde la narración, hasta la combinación de ilustraciones minimalistas con algunas más detalladas, la transportación a esos lugares mágicos bañados por el gris de la contienda, la perfecta estampa de los sentimientos y sensaciones y la contemplación de la vida a través de la mirada del joven Sompong. He disfrutado mucho de la lectura, y, además, queda concluida la categoría de ilustradora del #retomujeresautoras.

Papaya salad es la primera novela gráfica de la autora ítalo-tailandesa Elisa Macellari, basada en un hecho familiar real. En ella nos narra, de forma muy sensible y con mucho cariño, la historia que su tío abuelo le contó de niña y que años después leyó en sus memorias

Así, Papaya Salad cuenta la historia Sompong, que siendo joven se alista en el ejército de su país y es destinado a Italia justo antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, lo que le llevará a ir cambiando de destino a medida que la guerra avanza. Pero a pesar de tener un escenario bélico como fondo, la autora se centrar en las vivencias de su tío, sus viajes, su descubrimiento personal y relaciones, y como todo eso lo ha llevado a ser quién es.

Visualmente es una gozada. La autora usa una paleta de colores pastel bastante reducida, creando escenarios preciosos y cálidos que dan ganas de enmarcar.
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Se trata de la primera novela gráfica de la ilustradora ítalo-tailandesa Elisa Macellari y narra la historia de su tío Sompong, que desde Tailandia viajó a Europa (Italia, Alemania…) en vísperas de la Segunda Guerra mundial. Basada en hechos reales, nos va “dibujando” la vida de un hombre apacible y paciente, pero con unos sueños muy claros. Enmarcada en uno de los momentos históricos clave para el mundo, quizás sí me esperaba profundizar algo más. He tenido en algunos fragmentos la sensación de pasar de puntillas por algunos acontecimientos importantes e, incluso, de ir demasiado rápido y pim pam, desarrollo y final de la historia. Pero en líneas generales, es una buena obra, capaz de sintetizar sentimientos personales y hablar de inmigración, guerra, naciones, familia, sueños, temores, futuro, etc. Y me quedo con el gusto dulce de cómo volver a casa, a las raíces, siempre es el motor que mueve los corazones.

Siempre hemos visto el papel de los Alemanes y judíos en esta historia pero ...¿Y los tailandeses ? ¿Donde quedan en todo esto ?

Nuestro protagonista nos contará las hazañas que ha ido superando y cada una de las historias tiene un trasfondo único . Es una historia muy espiritual que hay que entender y que te complementa al cien por cien.

Sabéis que me gustan las historias que me hagan recapacitar y esta es una de esas historias que me han hecho entenderme y me he sentido llena de salud .

El dibujo es muy personal. La historia siempre lleva unos tonos muy pasteles distinguiendolos de dos formas , el pasado con colores fríos y el presente con colores cálidos. Esto me gustó mucho porque la gama de colores es preciosa . A demás los rasgos de los personajes son muy bonitos ya que nos distinguen las razas de una forma muy definida.


¿Lo recomiendo ? Sii , sobre todo si os gustan las historias tiernas y espirituales . Esta novela gráfica va a ser uno de esos libros que leeré y releeré sin parar .
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Papaya Salad nos cuenta la historia de Sompong y de como su sueño de viajar al extranjero y aprender nuevos idiomas casi se vio truncado por culpa de Hitler y la Segunda Guerra Mundial.

Y es que el joven Sompong supo desde que estaba en el colegio que el quería viajar al extranjero, así que cuándo entra en la academia militar, se centra en sacar las mejores notas para conseguir una beca y así poder viajar al extranjero a acabar de formarse. al ser el mejor de la clase, tras mucho estudiar, le ofrecen la beca para ir a Alemania sin embargo antes de poder viajar estalla la guerra y se queda sin viajar al extranjero. Así que rapidamente debe aprender otro idioma si quiere acabar viajando al extranjero. Así que aprende Italiano y se lanza a la aventura.

Pero pese a que logra lo que siempre quiso, nada es tan fácil como uno quiere, y tendrá que vivir una serie de sucesos que no le pondrán nada fácil su estancia en el extranjero.

Poco a poco vemos como nuestro joven protagonista va madurando y evolucionando como persona. La historia que nos cuenta la autora, es una historia de amor y superación con unas ilustraciones magnificas.

Las ilustraciones que tienes tienen unos detalles que hay que destacar. También cabe decir que a medida que vas leyendo la historia comprendes el significado de la portada, así como te vas enterando de la receta de la Papaya Salad, pues los inicios de cada etapa del protagonista, son los ingredientes usados en este plato.

Desde que lo vi por primera vez supe que este libro iba a gustarme, y la verdad es que ha cumplido de largo con mis expectativas.
Esta novela gráfica es un placer para los sentidos; como si fueran los ingredientes de una receta, el colorido y la delicadeza de las imágenes transportan al lector a otros mundos, el buen gusto y la elegancia del texto lo envuelven en la atmósfera de inocencia y amor por la vida que se respira en toda la historia pese a la crueldad de la guerra, y la textura y el olor del libro no hacen más que potenciar todas estas sensaciones, consiguiendo dejar en la persona que lo degusta un sabor de boca final difícil de olvidar, notándose en el paladar el cariño que la autora imprime a cada palabra y a cada imagen.
Además del contenido de la historia en sí, la estructura y la estética de la obra no podían estar mejor conseguidas; un libro lleno de color dividido en capítulos según los ingredientes de la receta original de la Papaya Salad, en cada uno de los cuales se nos narra una parte de la historia de Sompy y a los que la autora ha tenido el acierto de diferenciar destacando determinados tonos de color en cada uno de ellos, de una forma muy sutil y delicada.
Hace poco tiempo que me inicié en el mundo de la novela gráfica, pero libros como este hacen que aumente mi gusto por este género. ¡Sin duda pasará a formar parte de uno de los lugares destacados de mi estantería!
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Es una novela gráfica cargada de significado. Un ejemplo de vida, con alegrías y sufrimiento, con felicidad y angustia, pero sobre todo llena de esperanzas.
La edición tan preciosa hace que sea muy sencillo perderse entre las páginas totalmente ilustradas y a color de esta historia.
El protagonista se trata de un hombre que se alista en el ejército de su país y consigue una beca para ir a las embajadas de europa, con tan mala suerte que le pilla la Segunda Guerra Mundial por el medio. Esto hace que al parecer japonés, todas las alertas se fijen en él y vaya de un lado a otro sin destino fijo.
A pesar de todo esto, el protagonista nos enseña que la esperanza es un grandísimo motor y el positivismo ayuda a alcanzar las metas.
Adoro el tipo de dibujo, formato de escena y modelo de diálogo. Me ha transmitido mucho y es por eso que le puedo dar mis 5 estrellas.

《Todos los ingredientes se habían mezclado, todos los sabores convivían juntos en una misma historia...》


Elisa Macellari es una ilustradora ítalo-tailandesa que me ha conquistado con su primera novela gráfica en la que cuenta la historia real de su tío abuelo Sompong acompañada de unas ilustraciones con una mezcla de colores bellísimos.

Sompong era un niño tailandés inquieto, con interés por las lenguas y con ansias de ver mundo. Así que cuando llegó el momento y contraviniendo los deseos de su padre que quería que fuese médico, se enroló en el ejército, pues la academia militar era la única escuela que ofrecía becas para estudiar en el extranjero. Conseguida la beca para estudiar en la academia militar de Berlín parecía que sus sueños comenzaban a hacerse realidad pero un tal Adolf Hitler iba a cambiar sus planes...

Como si de una receta se tratara, cada parte de la historia está precedida por uno de los ingredientes de la Papaya salad. Incluso los colores de las ilustraciones parecen haber sido escogidos basándose en la ensalada de papaya. Maravilloso.

No suelo leer mucha novela gráfica, pero con obras como esta le estoy cogiendo el gusto 😁.