Estar hasta las narices es un mal común, pero le ponemos nombres más complejos para poder vivir con ello.
|
Estar hasta las narices es un mal común, pero le ponemos nombres más complejos para poder vivir con ello.
|
Tras la ordenada vida cotidiana se esconde un pequeño espíritu maleducado que fingimos no ver, una fuerza que despierta la carne y que a intervalos regulares aplasta toda decencia incluso en las personas más decentes. Domenico Starnone |
Estar hasta las narices es un mal común, pero le ponemos nombres más complejos para poder vivir con ello.
|
Estar hasta las narices es un mal común, pero le ponemos nombres más complejos para poder vivir con ello.
|
En muchas de las series había algo que me resultaba familiar, y solía tener una sensación vaga, pero al mismo tiempo precisa, de lo que iba a ocurrir. Sabía lo que iban a decir los personajes antes de que lo dijeran. Pensaba que si era capaz de entender así de bien las series y de adivinar todos los trucos de los guionistas, debía de ser muy inteligente, hasta que me di cuenta de que el motivo era otro mucho más sencillo: ya las había visto antes, pero con tanto alcohol en sangre que había tenido que cerrar un ojo para no ver doble.
|
"Todo el mundo tiene un punto débil, un punto ciego, un ángulo muerto, una zona sin vigilancia. Una zona que no sabemos que existe hasta que alguien la encuentra y entonces ya es demasiado tarde"
|
"Saber de ti, saber que existes siempre ha sido un consuelo"
|
"El mensaje que mandaste no era más que la quemadura que se iba abriendo camino hacia dentro"
|
"Las personas solo consiguen reprimir sus pasiones si sus pasiones no son tan fuertes, respondo. Si las pasiones tienen la fuerza suficiente, entonces no hay elección posible"
|
Fue publicada en ...