El año pasado me empapé de una ola gótica, de relatos de Polidori, Mary Shelley, entre otros. Hice la vista gorda a Lord Byron por una buena razón: su vida personal. Rara vez he juzgado a un escritor por quien es y no por lo que escribió, sin embargo, no pude evitarlo con el susodicho, su comportamiento misógino, detestable, completamente reprochable. Sabía que con el tiempo le daría una oportunidad, si me quitaba aunque sea por un momento esa imagen de mi cabeza. Me agradaron sus poemas, el ritmo y contenido variado, aunque sobretodo se encuentra en los papeles del dulce amante o del hombre con el corazón estrujado de dolor. Logré sentirme identificada con algunos de ellos, e incluso penetré en la mente de su autor en el momento en que observaba lo que describía. Byron expresó «toda mi malicia se evapora frente a las efusiones de mi pluma» y está en lo cierto. |
La teniente Valentina Redondo y su compañero Oliver deciden tomarse unas vacaciones y viajan a Escocia para visitar a la familia de este. Su padre, Arthur Gordon, está empeñado en recuperar parte del patrimonio y de la historia de sus antepasados y ha adquirido el castillo de Huntly, en las Highlands, que había pertenecido a su familia hasta el siglo XVII. Durante la rehabilitación del edificio encuentra un diminuto despacho que llevaba oculto doscientos años y en él, documentos que revelan que las memorias de Lord Byron —supuestamente quemadas a comienzos del siglo XIX— pueden seguir intactas y hallarse entre esas paredes.
» Suscríbete a este canal aquí: https://www.youtube.com/channel/UCxST...
Conecta conmigo en redes:
Instagram: https://www.instagram.com/atrapalibro...
Facebook: https://www.facebook.com/Atrapalibros...
Twitter: https://twitter.com/Atrapalibros_es