Lamusa

Un clima desapacible, el olor a sal y la tristeza de una hija nos introducen en esta novela corta de fantasía gótica, un cuento que nos lleva de la mano a temer a los demonios que se ocultan en las sombras. En él, Brenda, nuestra protagonista, sufrirá el duelo por la muerte de su padre y las repercusiones en su día a día, soledad, impotencia y falta de creatividad, pero también veremos su última pelea contra esta situación, un último por salir a flote o hundirse definitivamente en la nada de las salinas.
Lo sobrenatural
Sin embargo, pronto comenzamos a ver que Brenda no vive en la tristeza solo por la muerte de su padre. La condescendencia y la lástima que le trasmiten los ciudadanos del pueblo la hunden cada día más, aunque en ellos hay también una causa añadida: según los habitantes de Villamarea de la Sal todo esto sucede a nuestrao protagonista porque vive en una casa maldita, la casa de la Santa que terminó con Lamusa, un demonio que está encerrado en las salinas del pueblo.
Con este componente sobrenatural, a pesar del descreimiento de nuestra protagonista, el lector se introduce en el noto de la obra. de naturaleza oscura, se nos guiará por un mundo que fluctúa entre lo onírico y lo real, en poco tiempo estamos pensando en la realidad de esa leyenda del pueblo, en las consecuencias para nuestra protagonista y el porqué de ese peligro que acecha en todas partes.
Sin embargo, qué sería de nuestros protagonistas si no tuvieran un apoyo. En este caso, será el personaje de Enora quien ayude a Brenda en este paseo entre la luz y la oscuridad. Si bien Brenda es una personaje al que entenderemos desde el principio, quizá no trasparente, pero sí más accesible, Enora será todo lo contrario. Casi como una aparición en su primera escena, será casi la alegría personificada, consiguiendo la autora con ella curiosamente que dudemos de ese personaje que nos trae algo tan positivo en un ambiente tan tenebroso.
La narración calmada
Quizá una de las cosas que me ha enganchado menos de la novela ha sido la pausa en la trama. La autora tiene un estilo calmado, reposado y concienzudo, en el que se nos describe muy bien cómo se siente y qué rodea a los personajes. Esto no me disgusta en absoluto, creo que sirve para que el lector se centre y se sumerja en la historia, sin embargo, en este cuento creo que ha habido mucho de este estilo y para mí le ha faltado un poco más de movimiento. No cambiaría ni una coma, pero sí que añadiría más hechos además de los que están, creo que el ambiente, el mundo que ha credo podría explorarse un poquito más y que quizá también hubiéramos disfrutado más de nuestra protagonista.
De todos modos, a pesar de esto, me encanta que sea un cuento, uno un poco tenebroso y terrorífico… Inciso aquí que lo merece, la obra viene acompañada de ilustraciones que en algún punto dan el mal rollo justo para acompañar la trama, súper bien hecho por parte de la edición de la obra. Continúo: La estructura de cuento creo que le da mucho valor a la obra, ya que permite al lector centrarse en la trama que está leyendo, las emociones y el impacto que suele haber en este tipo de narraciones. Es algo más sencillo, más cercano y más íntimo, bajo mi punto de vista.
El arte es una cosa
Otra de las cosas que me ha encantado del la obra, aparte de la estructura en cuento que acabo de decir, es la temática como algo que es y que, por tanto, tiene una esencia. A lo largo de la obra, se no dará a entender que el arte es maligno porque lleva a sus productores al desastre. Esto me ha parecido curioso.
Normalmente, se habla del arte como algo no comprometido, algo así como un etéreo sin pretensiones que es víctima de quienes lo disfrutan. Sin embargo, claro, para mí esto no es cierto y Lamusa nos invita a inclinarnos por esa idea. No diré mucho para no destripar nada, pero claro que el arte puede ser malvado, claro que se pueden representar desastres y claro que puede enloquecer a quien lo crea y a quien lo disfruta. Por eso el arte es tan peligroso, por eso también es tan divertido y necesario.
Una pausa oscura
Últimamente estoy teniendo unas lecturas muy eclécticas, que si fantasía tradicional, que si thriller, ahora esta fantasía gótica… Sin embargo, si tengo que destacar una sería esta. Me ha gustado por lo apacible y tenebroso de la lectura, sé que suena raro diciendo que es una historia que tiene puntos de terror, pero a lo que me refiero con apacible es que es una lectura muy sosegada y serena. El mal rollo, la desapacibilidad no viene por giros y sustos, sino en un gradiente en el que te metes sin darte cuenta. Por otro lado, la estructura de cuento y la cercanía del narrador hacen que sea cómoda de leer y nos enganche mucho.
Si queréis una lectura oscura, tranquila y que se os quede en la cabeza, esta es vuestra historia. Las leyendas, los cuentos tienen una cosa muy importante en su construcción, que siempre nos acompañan. Pues algo así pasa con Lamusa, atreveos con ella. Espero que os guste.


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Es lo primero que leo de la autora y la verdad, me ha sorprendido para bien.
Pese a que es una historia más bien corta, no le falta extensión. Creo que está bastante bien hilada y aunque al principio me costó entrar en la historia, luego, cuando iba avanzando ya era un no parar y un querer seguir para ver qué escondía la leyenda.

Un pueblo pequeño perdido de la mano de Dios, donde hay muy pocos habitantes y donde hay una leyenda de la que tendrás que descubrir si es real o no.

Una historia de terror, aunque no un terror muy "fuerte" por así decirlo ya que no he pasado miedo. Pero sí han habido momentos un poco oscuros y tétricos, aunque no sé si esa sería la palabra correcta para describirlo. También contiene un par de ilustraciones que me han gustado mucho y que le dan más vida a la historia y que te hacen pensar en " menos mal que eso no me está pasando a mí " ...

El giro que tiene de cara al final sobre cierto personaje, no me lo esperaba la verdad, y me ha gustado como se ha desenvuelto todo.

El momento de la canción... Corre, corre... Me he imaginado la escena de la típica película y todo y me daba mal rollo. Muy buena esa parte, sí.

Lo de los títulos de los capítulos... Están en latín y no saber que significa y tener que buscarlo me sacaba un poco de la historia hasta tal punto que deje de buscar.
Pero bueno, eso es cosa mía.

Aunque me ha costado conectar con la protagonista, ha sido un libro que ha estado bastante bien y que recomiendo para los que os guste el género.

"Lamusa" es una obra que se destaca por su capacidad para sumergir al lector en un ambiente de terror palpable y perturbador. Es un relato que resuena especialmente con aquellos artistas que comprenden los altibajos de la inspiración y los bloqueos creativos. La autora teje una trama fascinante en torno a una criatura aterradora que acecha a los habitantes de un pueblo, especialmente a aquellos dotados de habilidades artísticas, agregando un elemento inquietante y original a la narrativa.

La prosa de la autora es cautivadora, aunque en ocasiones puede resultar un tanto enrevesada. Sin embargo, este pequeño detalle no eclipsa el encanto de la historia. Destaca especialmente la habilidad de la autora para recrear el ambiente salado, seco y gris del escenario, transportando al lector de manera vívida a la atmósfera opresiva y terrorífica que impregna toda la obra.

En resumen, "Lamusa" es una lectura que logra mantener al lector sumergido en el terror de la situación, manteniendo una atmósfera tensa y perturbadora a lo largo de toda la historia. Es un libro que no solo entretiene, sino que también deja una huella duradera en la mente del lector, invitándolo a reflexionar sobre la naturaleza del miedo y la creatividad.

Imaginen ser una artista y ser incapaz de crear. ¿Cómo sería tu vida después de haber perdido a padre y junto a él la habilidad de pintar y escribir? ¿Qué pasaría si tu miedo a terminar como él te mantiene alejada de lo que antes daba sentido a tu vida? ¿Y si un día tuvieras que volver a crear y resultase imposible? Hoy quiero hablarles de Lamusa, de May López, una novela corta de fantasía oscura que nos llevará a un pueblo de la costa almeriense para enfrentarnos a nuestros demonios.

«Eso era el arte para él, una forma de sobrevivir al mundo que nos rodea, de hacer que el aramo de las flores no desaparezca y quede plasmado en un lienzo o una palabra. Eso era el arte para mí, la supremacía de lo inmortal sobre lo que queda atrás».

El libro nos cuenta la historia de Brenda Lluvia, una joven artista que vive en un pueblo llamado Villamarea de la Sal. Un lugar remoto que tiene unas salinas y que esconde leyendas que todo el mundo parece haber olvidado. Cuentos sobre maldiciones y una criatura anclada a las salinas que acaba con cualquier artista que ose llegar al poblado. Algo de lo que nadie advirtió a nuestra protagonista cuando se mudó junto a su padre a una casa en medio de una colina desde la que se observa el pueblo y las salinas que hay que atravesar a fin de llegar.

Tras la muerte de Domingo Lluvia, su padre, Brenda es incapaz de pintar o escribir. No puede ni quiere crear. Se limita a sufrir en silencio, aguantando la mirada de pena y lástima de todos en el pueblo que parecen esperar a que ella sufra la misma suerte que su padre. Sin contar con los medios para poder escapar de allí. Encerrada en la tristeza, el dolor y la angustia de haber perdido a su padre y junto a él todo lo demás que la hacía feliz. Por eso cuando su única amiga en el pueblo le pide que escriba algo para su boda se trata de obligar a hacerlo, aunque teme lo que puede pasar si vuelve a escribir.

«Las palabras no fluían, no podía siquiera pensar en ellas. No desde hacía más de un año. Ya no podía».

El bloqueo creativo que sufre Brenda es tal que incluso tratar de escribir le produce ataques de ansiedad. Cuando ya de por si tu torturada existencia se complica aún más por esa imposibilidad de hacer feliz a su amiga en el día más importante de su vida, Brenda conocerá a Enora. Una chica nueva que llega al pueblo y le ofrece el apoyo y la mano amiga que tanto ansiaba nuestra protagonista desde la pérdida de su padre. Sin embargo, no será la única presencia que irrumpa en su vida, porque aunque ella no quiera creer en las leyendas o en lo sobrenatural, hay un demonio muy real que ahora la tiene en la mira.

Dividido en capítulos que llevan por títulos los movimientos del Réquiem de Mozart, iremos desentrañando no solo la historia de Brenda, su lucha con la pérdida y el bloqueo creativo, sino también de ese pueblo y de Lamusa. Ese demonio que marca a nuestra protagonista como su próxima víctima y cuya historia está enraizada desde hace más de doscientos años a ese pueblo y esas salinas. Les aseguro que la historia se va volviendo cada vez más oscura y que tiene escenas de las que se le quedarán grabadas (como la que incluye a los niños jugando en la plaza y cantando una canción de las que dan repelús).

«Corre, corre, cuenta, cuenta,
La noche cae y Lamusa despierta.
Corre, corre, cuenta, cuenta,
La noche cae y Lamusa está hambrienta».

Arte, demonios, secretos, salinas, pérdida, amistad, amor… Lamusa, de May López es una novela de fantasía oscura que los sorprenderá. Llena de arte y del dolor que muchas veces conlleva la creación. Que habla del duelo y del bloqueo creativo como también otra especie de pérdida, una que nos roba la identidad. Que además tiene un demonio que vale la pena conocer, uno que vigila, observa y que está entre nosotros esperando su momento. Además, la edición que ha publicado Crononauta cuenta con una espectacular portada de Alicia de André, así como unas cuantas ilustraciones interiores que son el complemento perfecto para la novela. Si están buscando una historia que los haga estremecer, tienen que darle una oportunidad.

¿Han leído Lamusa? ¿Les llama la atención?
Enlace: https://inthenevernever.blog..

“El hedor de un demonio que se alimentaba del corazón de quienes creían que podrían superar la belleza de la Creación de Dios”

¿Cuál es la función del arte? ¿Debe ensalzar la belleza o reflejar nuestro lado más oscuro? ¿Cuánto tiene de engaño y cuánto de refugio?

Para las personas que han sido dotadas de talento artístico, y lo han cultivado el tiempo suficiente, crear se vuelve tan necesario como respirar. El arte es un lenguaje universal que apela a nuestros sentidos y emociones, convirtiéndose en un mecanismo de denuncia o de protesta, en bálsamo, gozo o advertencia. Puede elevarnos y exorcizar nuestros demonios. Puede concienciarnos, u obligarnos a recordar… pero no hay arte sin inspiración y no hay inspiración cuando el mundo se vuelve gris y en él solo hay sitio para la pérdida y el dolor.

Puede que el bloqueo creativo sea un demonio que vive oculto en la sombra de quienes pintan, escriben o componen. de quienes esculpen, moldean, diseñan, danzan o actúan. Uno que aguarda el momento oportuno para atacar e impedir que vuelva a salir el sol. Un ser así, real o metafórico, es difícil de vencer cuando todo resulta hostil y aislarse parece la única opción.

“El mundo seguía siendo un lugar oscuro, triste y lleno de pésames no sentidos”

Lamusa es una obra intensa y visceral que oscila entre la fantasía oscura y el terror. Que navega sin prisa por un océano de sentimientos y que, como una misa de réquiem, se va volviendo más opresiva capítulo a capítulo, movimiento a movimiento, hasta llegar al esperado e inevitable final. Las relaciones entre sus personajes son el eje en torno al cual gira una trama que cuenta con algunas escenas dignas de la mejor literatura de terror. Y el amor, el más puro y desinteresado, también reivindica su lugar, pues sin él, no habría salvación posible.

Brenda, su protagonista, se siente rota por dentro desde la misteriosa muerte de su padre, el pintor Domingo Lluvia. Atrapada en un mundo que cree que no es el suyo, se encierra en sí misma buscando desesperadamente huir. Pero ese aislamiento también impide que vuelva a escribir. Siente que ha perdido la inspiración, que no volverá a crear o que no hará nada digno del hombre que le dio la vida y la enseñó a amar el arte. Angustiada, comienza a percibir extraños sucesos a su alrededor que no son producto de su imaginación.

May López ha decidido dar forma al que tal vez sea su propio demonio interior y hablarnos de oscuridad, ansiedad y miedo, canalizando, a través de su protagonista, todo un torrente de sentimientos que golpean con fuerza al lector. Pero no ha olvidado hacernos entender también que siempre hay una forma de salir del pozo: agarrando con fuerza la mano que, sin duda, quien nos quiera nos tenderá.

¿Creéis en las leyendas? Deberíais hacerlo, o nunca entenderéis quién os visita en sueños. Hacedme caso y huid de Villamarea de la Sal, aún estáis a tiempo


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