Millicent y el narrador forman un matrimonio convencional. Llevan ya unos cuantos años juntos, tienen dos hijos y dos buenos trabajos. Viven en las afueras en una zona buena casa y todos se llevan bien. Su amor empezó con un flechazo y desde entonces están juntos. Pero tienen un “hobby” muy especial.
Me ha parecido una novela con un planteamiento muy original. Obviamente, la sinopsis y la portada española ya nos dan un indicio de que no nos vamos a encontrar una novela de amor sino una novela de misterio. Y es que el “hobby” de este matrimonio es de lo más peculiar. No os voy a contar en qué consiste, tan solo os diré que, obviamente, es de tenor criminal.
Es él, el marido, el que nos cuenta la historia en primera persona. Todo lo conoceremos desde su punto de vista, también a Millicent. El punto de vista es parcial, obviamente. No sabemos qué piensa el otro miembro del matrimonio, sólo lo que piensa él, protagonista y narrador a la vez. Parece un hombre sincero y da la impresión de que nos cuenta las cosas como son o, al menos, como él las ve. Pero, ¿será realmente así? ¿Es sincero o nos oculta cosas? ¿o hay cosas que él no puede ver? Por supuesto, habrá que leer el libro para responder a todas estas preguntas y algunas más que se os irán planteando según avance la historia.
La voz en primera persona es algo absolutamente necesario en esta historia. No lo consideraba así al principio, pensé que me faltaba algo y que hubiese sido mejor un narrador omnisciente que me mostrase ambos puntos de vista. Pero teniendo en cuenta cómo avanza la novela y, sobre todo, como termina, acabé reconociendo que no había mejor persona para contárnosla que el marido. Cuando lo leáis entenderéis por qué.
La estructura es la típica de los thrillers: mucho diálogo, capítulos muy cortos, alguna que otra sorpresa y un giro completamente inesperado (al menos por mí). No tiene un ritmo excesivamente rápido; de hecho, a veces parece que la historia avanza lentamente. No obstante, la narración es tan ligera y resulta tan fácil de leer que da la impresión de que el ritmo es rápido. A mí al menos me enganchó y me mantuvo enganchada los pocos días que me duró la lectura
Me han gustado los personajes (si se puede decir gustar referido a personas como estas). Son personajes aparentemente normales, con una vida de lo más convencional pero con un interior oscuro y enfermo. Es increíble el contraste entre, por ejemplo, lo que se preocupa el narrador por sus hijos, por su seguridad, por que estén bien y lo que luego hacen para “entretenerse”. ¿Cómo personas normales, tan bien encuadradas en la sociedad, pueden hacer cosas como las que hacen? También me ha gustado el contraste entre los dos miembros del matrimonio: él parece más buenazo, sin duda; a ella la conocemos a través de los ojos de él y, como la ama, la visión va a ser positiva. Sin embargo, hay algunos detalles que nos hacen dudar que todo sea color de rosa. El hecho de que él permanezca sin nombre a lo largo de toda la historia y que todo gire en torno a Millicent nos da una idea de por dónde van los tiros.
La historia la cuenta él en tiempo real aunque con un montón de flashbacks al pasado que nos permitirán formarnos una idea cabal de cómo han sido todos sus años juntos. La novela se estructura en setenta y dos capítulos muy cortos más un epílogo final. Con un estilo sencillo, hablando como lo haría una persona educada y con un cierto nivel cultural expresándose de una manera coloquial, a pesar de que no haya un ritmo excesivo, la historia avanza sin aburrirnos en ningún momento, acelerándose hacia el final.
Conclusión final
Me ha gustado “
Mi adorada esposa”. Una novela con un planteamiento original que me ha resultado muy entretenida.
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