Daniel704 September 2020
Nos giramos y vimos a ese hombre de cincuenta y larguísimos años, con una perilla que le colgaba como a los animales del padre de Jaime, y vestido con un chaleco negro sobre una camisa de cuello Mao. Llevaba una navaja en una mano, y un ramo de hierbajos en la otra. Pero no nos daba ningún miedo.
|