El fuego en el que ardo

Plataforma Neo es una de esas editoriales que por afinidad a mis gustos o por la calidad de sus elecciones a la hora de publicar, simplemente me tiro de cabeza a por cada libro que va sacando al mercado, y con la que rara vez me falla la intuición (salvo alguna excepción de la que ya hablaré). Por eso en cuanto me enteré de que iba a publicar una novela con esta temática, que por la sinopsis ya habréis visto que es LGTB, ni lo dudé: tenía que leerla. Si os soy sincera, lo que menos me llamó la atención en realidad era saber que habría una historia de amor adolescente LGTB, que a mí al fin y al cabo me da igual entre quienes sean las historias de amor que se relatan en las novelas. No, lo que yo quería conocer era la historia de Óscar, porque perfectamente podría tratarse de la historia real de cualquier chico en su misma situación.
Nada más comenzar nos encontramos a un chaval completamente destrozado por dentro, sin ánimos ni alegría por hacer nada y sin realmente entender por qué se hace a sí mismo lo que se está haciendo. La novela comienza con una de las mejores frases iniciales, y de las más impactantes, que he leído últimamente:
“La luz se refleja en la hoja de la cuchilla y emite un resplandor burlón que parece invitarme a que siga adelante, a que lo haga, a que me atreva a ponerle fin de una vez a todo esto”.
Decidme que no es una maravilla. Y a partir de ahí, entre el día a día presente y escenas intercaladas del pasado (flashbacks de unos meses o unos años atrás) el autor va construyendo las circunstancias que rodean a este chico y que le llevan a esa escena inicial de la novela. Algo que me parece muy de agradecer por su parte, porque bien podría habernos metido la historia con calzador sin más a modo de explicación: “Me corto porque me pasa esto”. Y no. Deja que sea el lector el que analice si la conducta de Óscar está justificada o no, independientemente de lo que hiciéramos cada uno en su lugar. Todo un acierto la estructura, la verdad, de principio a fin.
Incluso tenemos por medio un pequeño misterio de quién será ese “Anónimo” de su blog, que consigue sacar más de una sonrisa a este chico sin ganas de sonreír por nada.
Por eso como os decía, lo verdaderamente interesante de esta novela es el trasfondo en el que se desarrolla, más allá de la historia romántica que cuenta, que al fin y al cabo es otra más de las que podemos encontrar en la literatura young adult últimamente y que se resume en chico conoce chico y chico intenta ayudar a chico a salir de un momento duro (durísimo) de su adolescencia. Así que voy a centrar la reseña en lo que de verdad importa en esta historia: la homofobia.
Y es que esta enorme lacra de nuestra sociedad queda tan perfectamente reflejada en la novela que sin ser extremadamente dura (salvo un par de escenas) ni explícita, nos podemos hacer una idea de lo que puede llegar a ser el infierno particular de cada día de muchos adolescentes como Óscar. A través de sus palabras no podía evitar empatizar con él en todos los aspectos y situaciones, a pesar de que no me identifico para nada con el personaje. Pero toda su narración está tan llena de sentimientos y pensamientos expresados en palabras, que de verdad tienes que ser muy robot sin sentimientos para no querer darle un abrazo en cada página.
No sé si el autor se ha basado en alguna persona real para contar la historia (en él mismo sé que no), pero es que en realidad no importa, porque seguro que más de una persona ha sufrido lo que tiene que sufrir Óscar para ser feliz, y en ese sentido, es que sólo puedo llegar a la conclusión de que ficticia o no, esta novela era necesaria, porque lo que está claro es que se basa en hechos muy reales. Y era necesaria principalmente porque es un tipo de literatura que puede llegar a un público más joven y más fácil de concienciar desde los libros. Así que aunque sólo sea por eso, casi considero un deber recomendarla.
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Este libro me lo dejó una de mis amigas más apreciadas. Hasta podría decir que es una de las mejores amigas que tengo. Ella se sentía muy identificada con él, y yo, tras leerlo, también. Aunque a diferencia de ella, no por su contenido homosexual. Para mucha gente, que alguien sea homosexual, bisexual o que, simplemente, pertenezca al colectivo LGBTQ+ les da asco o repugnancia. Sin embargo, a mi me parecen valientes. Y, sí, los admiro. Más que a cualquier famoso de turno. Y después de leer este libro, los aprecio aún más. Tengo bastantes amigos de este colectivo, y nunca haría ni un cuarto de lo que le hacen a Óscar. Más bien sería como María, siempre he querido conocer a todas las parejas que han tenido, exactamente igual que con mis amigos/as heterosexuales.

Este libro trata sobre las vivencias que tiene el protagonista, Óscar, cuando "sale del armario" (expresión que nunca me ha gustado, pero ese es otro tema). Se nota la evolución que tiene el protagonista a lo largo de toda la obra. Muchas veces, sentirse amado es la mejor de las medicinas. Justo como le ocurre a él. Y no es para menos, después de todo lo que le hacen pasar. Juro que he llorado en clase mientras lo leía. Están mis compañeros de clase para corroborarlo. Aunque dudo que,a parte del más especial para mí de mis compañeros, lo hayan notado. Es una historia en la que me he visto muy inmersa, pues como muchos, he sufrido el desprecio de compañeros por ser algo "diferente", aunque en este caso no es por ser homosexual. Y es por ello, que me he sentido identificada con el protagonista. Óscar es un ejemplo de fortaleza. Tiene sus debilidades, y a lo largo del libro, va intentando superarse. Y eso es lo que más me gusta. Consigue separarse del tóxico ambiente con su padre, del horrible pueblo en el que vive, y disfrutar de ser como es. Tendrían que haber más personas como Fer, María y la madre de Óscar, y menos personas como Darío, el padre de Óscar, Carlos y sus esbirros. Hay que eliminar la idea homofóbica que circula por el mundo, junto a otras fobias como el racismo, xenofobia y demás.

Sin duda es un libro más que recomendable que todo el mundo debería leer y tener en sus casas. En un libro con estrella como la copa de un pino. Y lo mejor de todo, es que Mike Lightwood (el autor) se basó en historias reales para darle vida a sus personajes, como bien explica en sus agradecimientos. Ha dado voz a los chicos y chicas que sufren cada día como lo hace Óscar, y, realmente, no creo que sea necesario hacer sufrir a la gente por ser como es. Tendré un vacío enorme durante un tiempo, en el que me haré una bolita, y querré más de Óscar y Sergio. Mi más sincera enhorabuena al autor. Y gracias a Sara Blasco, por dejármelo.

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