Una corona de sombras

Todo el tiempo en el mundo no vale nada si no puedo pasarlo contigo.

El valor de una mujer no reside en lo que tiene entre las piernas, sino en lo que tiene en la mente.

-Cuanto nos parecemos -dice, tras lamerse una gota de chocolate de los labios.
-¿Porque a ambos nos gusta? No debéis salir mucho si creéis que es una característica poco frecuente.
Él da un sorbo a uno de los cálices que han traído con la comida.
-No me refería al chocolate. Cuando veo algo que deseo, voy a por ellos sin vacilar.

" Sois perfecta" , ha dicho. Justo después de " no tan hermosa para tentarme ". Quiero abofetearlo. Quiero besarlo. Quiero arrojarle mi tarta a la cara al menos tanto como quiero terminar el delicioso postre.

Soy reacia a volver a apuñalar a alguien jamás. El veneno es una manera mucho más limpia de matar, y seguramente resultará mucho más fácil. Por no hablar que es casi imposible rastrear al envenenador.

Porque la felicidad, incluso breve, siempre merece la pena.

- No os he alejado de mi vida.
- Pero algún día moriré. Envejecere, y vos no, siempre que viváis vuestra vida en las sombras.

Yo lucho con mi mente. No con armas.

Solo porque no pueda acostarme con él, no significa que no pueda coquetear.

La pasión no conduce a nada buen. Me convirtió en una asesina.