No había nada más frío, nada más muerto que su corazón
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No había nada más frío, nada más muerto que su corazón
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Y sujeta con ambas manos tu corazón dispuesto a volar con muchos seres humanos
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-Si mis oídos están llenos de sus gritos, mis ojos están llenos de su belleza
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-Cuando una es tan tonta, se está a merced de las más inauditas catástrofes.
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Se apretó el corazón con ambas manos con toda intención de hacerlo callar.
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En la vida hay que acostumbrarse a todo, incluso a la eternidad
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El fantasma de la Ópera existió. No fue, como se creyó durante mucho tiempo, una inspiración de artistas, una superstición de directores de escena, la grotesca creación de los cerebros excitados de aquellas damiselas del cuerpo de baile, de sus madres, de las acomodadoras, de los encargados del vestuario y de la portería.
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Nunca será parisiense quien no haya aprendido a poner una máscara de alegría sobre sus dolores y el "antifaz" de la tristeza, del hastío y de la indiferencia sobre su íntima alegría. Si sabéis que uno de vuestros amigos está sufriendo, no tratéis de consolarle; os dirá que ya se ha consolado; pero si le sucede algún acontecimiento feliz, guardaos de felicitarle por ello; su buena fortuna la parece tan natural que le sorprenderá que le hablen de ella.
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! No se vuelve para encerrarse en una tumba con un cadáver que te ama!
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Yo mismo me hacía difícilmente a la idea de que iba a luchar con un hombre que sólo es visible cuando lo desea y que además ve todo a su alrededor cuando todo sigue oscuro... Con un hombre cuya rara ciencia, sutilidad, imaginación y destreza le permiten disponer de todas las fuerzas naturales para crear en nuestros ojos u oídos la ilusión que nos pierde
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Es un cuerpo creado a partir de la unión de distintas partes de cadáveres diseccionados, escrito por Mary Shelley a partir del reto literario de Lord Byron.