¿Te acuerdas de la revolución?: Minorías y clases

Mis agradecimientos a la editorial Eterna Cadencia por el envío de este ejemplar. Y, por supuesto, mis agradecimientos a Babelio Español, en cuya última edición de Masa Critica me toco este libro.

Oigo mucho en la redes sociales y bookstagram a gente que habla de leer ciertos libros o cierto tipo de literatura que le supone salir de su zona de confort. Bueno, pues para mi una forma de salirme de esa dichosa zona de confort la ha supuesto, sin ningún genero de dudas, esta lectura. Estoy acostumbrada a leer ensayos históricos o textos relacionados con la historia, ya que esa fue la carrera que estudie en la universidad. Pero resulta, que la época histórica que menos me ha gustado siempre es justo la contemporánea. Con excepción de algún hecho o personaje puntual, no me llama nada la atención. Es más, estoy preparándome las oposiciones para profesor de historia y geografía, y si hay un tema que siempre me salto, de los setenta y dos a preparar, es justo el que versa sobre el comunismo y la Guerra Fría. Es una parte que no me gusta nada. Y si hay algo que siempre he odiado estudiar o leer es todo lo relacionado con la economía. Sencillamente no suele entrarme en la cabeza.De ahí que, a norma general, no estoy muy familiarizada con todo lo relacionado con el socialismo, un tema que, todo hay que reconocerlo, da mucho de si.

Advertencia: si quieres adentrarte en la historia del comunismo o en el ensayo histórico… Lo siento, pero no creo que este sea tu libro. Lazzarato parte de que sus lectores tienen unos mínimos ( amplios) conocimientos de historia y comunismo, que por lo menos han ojeado algo de la abundante literatura que este movimiento a general (y que no es poca). Y si no lo tienes, lamento decirte que te sentirás perdido la mayor parte de esta lectura. Así que quizás yo la recomendaría para gente que ya está ya un poco metida en el tema. Si este es tu caso, tengo que admitir que es una lectura de lo más interesante. El escritor ahonda en diferentes temas de rabiosa actualidad, y además da un enfoque totalmente diferente al comunismo respecto a autores más tradicionales. Bebe, como no podía ser de otra forma, de diferentes autores del movimiento, obviamente, pero pone el enfásis en algunos de los más contemporáneos, lo que da a su visión del comunismo una frescura y contemporaneidad que, creo, le va muy bien a un tema que ha quedado en stand bye desde hace ya varios años, en el que no han surgido corrientes e ideas realmente novedosas desde hace tiempo.

En “¿Te Acuerdas de la Revolución?” Maurizio Lazzarato habla de una revolución social y económica, cuyo concepto no ha llegado inmaculado hasta nuestros días. Para el autor francés, la revolución como tal surge de la propia guerra y la lucha, del asedio; para ser obligada a modificarse y desplazarse a partir de la segunda mitad del siglo XX y convertirse en un hibrido de lo que era en su origen. Un origen que se retrotrae a los ciclos revolucionarios iniciados en 1917 con la revolución rusa , y que se han ido encadenándose hasta la actualidad, principalmente protagonizados por países latinos, africanos y árabes.

Pero si hay un gran problema que ha tenido el propio comunismo desde sus inicios ha sido su alejamiento de las cuestiones sociales. Eso ha sido un golpe de gracia para este movimiento,. de ahí que muchos de los movimientos sociales que actualmente están en efervescente actualidad (el feminismo, la preocupación por la contaminación y el cambio climático, las reivindicaciones de los afroamericanos dentro de su propio país) no vayan a la par que el comunismo, ni estén influidos por él. La lucha de clases y los nuevos movimientos sociales equivalen a la desintegración del propio movimiento comunista. A lo cual ayuda la propia, archiconocida, mil veces citada, pero rara vez comprendida; lucha de clases. Una lucha de clases que está articulada en diferentes movimientos a lo largo de los siglos, y que es inherente a la propia evolución social. Un disgregamiento que se forja, entre otras cosas, a la paradoja de que la lucha de clases bebe de la productividad. Es decir lo que integra a la clase obrera es el propio capitalismo.

No podemos obviar que la historia del comunismo es una historia de luchas perpetuas, choques constantes que son el revulsivo para los cambios que no paran de florecer desde el siglo XVIII. de cada cambio, de cada destrucción, surge un mundo nuevo. Una confluencia de luchas en las cuales una parte más fuerte acaba por dominar a una parte más débil, ya sea el propio espacio físico, la mujer, o cualquier tipo de minoría.

La globalización no deja de ser una máquina cuyo campo de batalla ya son los lugares geográficos, vistos también como los escenarios de relaciones ecológicas y sociales, en los que el poder debe liberar nuevos flujos de bienes. Aquí se dará una dicotomía muy interesante y poco trabajada, creo yo, (repito que no soy una experta en el comunismo, ni muchísimo menos) en la cual se habla del trabajo gratuito (el trabajo de las mujeres dentro del ámbito laboral y familiar, la sobreexplotación laboral, la esclavitud )Es un elemento más de la maquinaria de represión, pero al mismo tiempo es vital porque en él se producen flujos económicos que permiten y favorecen a las naciones mantener el estado de bienestar. Incluso la inteligencia artificial y el trabajo tecnológico favorece a que las diferencias entre personas y la explotación laboral sean más ondas, en el sentido de que se necesita muchas horas de trabajo humano y muchas personas para que una máquina haga tareas de los más simples. Una realidad que está transformando el mercado laboral, enfatizando aún más las diferencias entre un norte industrializado y un sur en en el que la mano de obra es barata y las técnicas laborales son bastante primitivas.

Hay algo que me ha escamado de esta lectura: al terminarla te queda la impresión de que Lazzarato mete en el mismo saco los problemas medioambientales, el feminismo, la lucha de las clases oprimidas, y demás flujos que se mueven en la actualidad y que beben del comunismo. Los ve todos como movimientos que sirven para desintegrar aún más al comunismo, y pero dándoles cierta patina igualitaria, obviando las diferencias que hay entre cada uno de ellos, que no dejan de tener cierta independencia unos con otros. A nivel personal no voy a negar que es lo que menos me gusta de los textos históricos-filosóficos. En casi todos te dicen lo que hay que hacer pero no como, proponen soluciones teóricas pero no te dan las herramientas para hacerlo.

Pero también hay algo en su obra que me ha llamado la atención. En otros textos filosóficos o ensayos históricos se obvia , muchas veces descaradamente, que en la actualidad muchas mujeres trabajan fuera de casa y tienen vidas independientes y están social y económicamente emancipadas. Se habla como si la mujer (que demasiadas veces aún está lo está, todo hay que decirlo) estuviera siempre sometida al hombre. Si algo nos han demostrado los últimos años es que esto no es así siempre (aunque también os digo que visto lo visto en los últimos tiempos, creo que nos estamos estamos dando pasos hacia atrás, pero eso ya es otra historia, muy triste eso si).

Lazzarato dedica un capitulo entero a esta cuestión, criticando a ciertos autores e ideas por centrarse en lo masculino obviando el papel de la mujer. Para él, uno de los motivos por los que el comunismo no ha triunfado se debe a eso precisamente. Entre muchos otros. Una cuestión que me ha parecido muy interesante y sobre la cual pivota buena parte de toda la obra que nos ocupa, es el papel que las colonias o lo conocido como periferia ha tenido dentro del comunismo. El autor defiende que ha tenido un papel principal, pero que el comunismo, al igual de la que la cultura occidental en la que vimos inmensa, ha obviado a estos actores debido a una idea demasiado centrada en lo europeo occidental que la historia, la sociología y la filosofía ha mantenido a lo largo de los siglos y que solo ahora, de forma muy tímida, se empieza a superar con pasos endebles. Pero no es suficiente aún.

No obstante, creo el autor tiene una visión, a veces, demasiado homogénea de la sociedad, simplifica demasiado. Especialmente la europea. Se centra en mujeres que, supuestamente, son madres y amas de casa, en los trabajadores sobreexplotados y con salarios mínimos de Sudamérica. Reconoce a todo esto su importancia, algo de agradecer, reconociendo lo poco que se les ha tenido en cuenta a lo largo de la historia comunista. Pero creo que no se sienta a pensar con tranquilidad en muchos de los cambios sociales y económicos que han sido protagonistas de la sociedad de los últimos años, y la heterogeneidad y multiculturalidad sexual, religiosa y económica que en cualquier parte del mundo occidental puede verse en la actualidad. Para él, lo principal de su obra es plantear la posibilidad de que una nueva revolución pueda surgir en la actualidad. Pero para ello se debería buscar un modelo menos basado en lo autoritario o en el control de los medios de producción, más centrado en lo social y humano, y en dejar margen para las libertades económicas y personales.

En resumidas cuentas, en esta obra Lazzarato hace un estudio critico y más que digno al socialismo, a su historia, a las insurrecciones que se han gestado a su sombra en los últimos tiempos, y a muchos de sus autores capitales y a los estudios e ideas que estos han producido. Y lo hace de una forma realmente crítica y lo hable, reconociendo los errores que a lo largo de los años han surgido dentro del movimiento y cuestionándose mucho de sus aspectos centrales. Eso me parece loable y muy de agradecer. Como el hecho de que trabaje cuestiones que hasta ahora han sido marginales y las de el peso que se merecen dentro del entramado socialista. Pero insisto: para mí el yo mayor escollo de esta lectura es que creo que se necesita cierta preparación intelectual y lectora para enfrentarse a ella. Cualquier persona que no sepa nada del comunismo o de sus supuestos más importantes, o que no haya leído alguno de sus autores se sentirá totalmente perdido a lo largo de la misma. Pero para los que ya estén familiarizados con el tema, creo que el libro será una lectura muy interesante y que aportará más cosas y bagaje a sus ideas y conocimientos.

Hay lecturas que por unas circunstancias o por otras llegan a nuestras manos sin esperarlas, esta obra ha sido una de esas. Una crítica social que posiblemente no hubiera escogido de las estanterías de cualquier librería por el simple hecho de quedar muy alejada de mis habituales, pero que una vez leída no me arrepiento del tiempo que le he dedicado.
¿Te acuerdas de la revolución? es una crítica social que parte de una bibliografía muy completa con el fin de dar a los lectores una buena base en la que poder apoyarse junto a esta lectura. Tal vez no sea una lectura ligera ni placentera, pero muy probablemente necesaria.
A lo pargo de sus más de 300 páginas, Lazzarato hace un recorrido por las revoluciones que se ha experimentado en las sociedades que nos han llevado al momento en el que estamos, recordándonos que sin movimiento, no hay avance.
Con Marx como pensador principal, el barrido por los demás autores se desarrolla comparativamente, pudiendo así unir el repaso que hace en cada capítulo.
En definitiva, una tesis llevada a publicación que nos da qué pensar mientras tenemos sus páginas abiertas y que deja un regusto por saber más.