El silencio era absoluto, ni siquiera se oía a las gaviotas. Cuando miraban hacia el mar no se veía nada. Más allá de unos metros, el mundo se convertía en tinieblas, en un horizonte que carecía de principio y final |
El silencio era absoluto, ni siquiera se oía a las gaviotas. Cuando miraban hacia el mar no se veía nada. Más allá de unos metros, el mundo se convertía en tinieblas, en un horizonte que carecía de principio y final |
Los pequeños regalos que ofrece la vida solo se aprecian cuando se pierden o nunca se han tenido, cuando se viaja por el infierno y se sale de él con cientos de cicatrices o mutilado.
|
Anhelaba tanto una mirada distinta, otra vida con otras posibilidades
|
Sabía muy bien lo que se siente cuando se pierde a alguien, ya fuera una madre o un familiar cercano. Una pequeña parte de uno mismo se va con ellos. Confundido. Vacío. Perdido. Enfadado. Enfermo. En contraposición, menos aterrado, porque hay menos que perder. Contradicciones de la vida que se aprenden a base de golpes. |
Gregorio Samsa es un ...