La caja de botones de Gwendy

Stephen King concibió la historia como uno de sus relatos. Empezó a desarrollarla pero, llegado a un punto, entró en bloqueo y no sabía cómo continuarla. Ahí entra en escena Chizmar que le propuso una colaboración. Finalmente la historia de Gwendy salió adelante, tanto que Chizmar decidió añadirle un segundo volumen, y ambos volvieron a escribir juntos para darle un final a la trilogía.

Aquí, solo hablaré de “La caja de botones de Gwendy”, ya que estoy leyendo la segunda parte, y la tercera se publicará a finales de junio en España.

“La caja de botones de Gwendy” transcurre en Castle Rock, un pueblo que los lectores constantes conocemos muy bien. de hecho he leído recientemente dos novelas ambientadas allí: “Cujo” y “La tienda”.

Estamos a finales de los 70 y Gwendy Peterson, una niña de 12 años, se encuentra con un desconocido que parece saber bastante de ella y le entrega una curiosa caja con botones de varios colores, ya que ha sido elegida para custodiarla. La posesión de esta caja conlleva una gran responsabilidad, pero si queréis saber el motivo, os animo a que leáis este libro.

Confieso que en un principio no me llamaba mucho la atención esta novela. Quiero leer toda la obra de Stephen King, pero reconozco que hay algunas novelas que siempre pospongo. En este caso, el hecho de ser trilogía, además de estar escrita a cuatro manos, es lo que me echaba para atrás. He leído la bilogía que King escribió con Peter Straub y no me gustó, por lo que siempre me ha dado cierta pereza cuando veo una obra coescrita. Pero al final me animé a probar y la verdad es que me ha gustado mucho. El hecho de situar la acción en Castle Rock me parece un buen incentivo.

La trama queda bastante cerrada, aunque deje algunos cabos sueltos para resolver en las siguientes entregas.
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