Estaba enamorado. De una humana. Sonreí amargamente al pensarlo. Si alguien me lo hubiera dicho, el Ash de antaño se habría reído con desdén, o se habría cobrado la cabeza de su ofensor. Había conocido el amor antes, y había sufrido tanto por su causa que me había retirado tras una impenetrable muralla de indiferencia que dejaba fuera todo y a todos. Así pues, había sido sorprendente, inesperado y un poco aterrador descubrir que todavía podía sentir algo, y me había costado aceptarlo. |