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Las mejores frases de Tempestades de acero (38)

IvanValenciaA
IvanValenciaA 30 January 2022
Aquella noche, con sus vastos e inhóspitos espacios, fue de una soledad fantasmal. Cuando, en medio de aquellas tinieblas, topaba con centinelas o con soldados perdidos que iban errantes de un lado para otro, tenía el sentimiento glacial de que yo no hablaba con seres humanos, sino con demonios. Me parecía estar vagando por una escombrera gigantesca, situada más allá de los límites del mundo conocido.
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IvanValenciaA 30 January 2022
En la guerra he aspirado siempre a contemplar sin odio al adversario, a apreciarlo como hombre de acuerdo con su valor. Me he esforzado en buscarlo en la lucha para matarlo y no he esperado de él otra cosa. Pero nunca he pensado que fuera un ser vil. Cuando más tarde cayeron en mis manos prisioneros, me sentí responsable de su seguridad y procuré hacer por ellos todo lo que estaba a mi alcance.
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IvanValenciaA
IvanValenciaA 30 January 2022
[…]también a mí me agobian los taludes pesados y negros de la trinchera, también yo anhelo un poco de calor, algo que sea humano en esta soledad inhóspita. De noche el paisaje irradia una frialdad peculiar; es una frialdad de índole espiritual.
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IvanValenciaA
IvanValenciaA 30 January 2022
A uno le parecía que acababa de volver a nacer cuando, el primer día de descanso, había tomado un baño y quitado al vestuario la suciedad de la trinchera. Hacíamos instrucción y gimnasia en los prados para desentumecer nuestros oxidados huesos y para despertar otra vez nuestra sociabilidad, pues durante las largas guardias nocturnas nos habíamos ido convirtiendo en unos solitarios.
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IvanValenciaA
IvanValenciaA 30 January 2022
Tras una breve permanencia en el regimiento habíamos perdido por completo las ilusiones con que habíamos marchado a la guerra. En vez de los peligros que esperábamos, lo que allí encontramos fue suciedad, trabajo y noches pasadas en claro; sobreponerse a todo esto requería un heroísmo que no nos atraía mucho. Todavía peor era el aburrimiento; para el soldado es éste más enervante aún que la cercanía de la muerte.
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IvanValenciaA
IvanValenciaA 30 January 2022
¿Qué era lo que estaba sucediendo? La Guerra había enseñado sus garras y se había quitado la máscara amable. Qué enigmático, qué impersonal resultaba todo aquello. Casi no pensaba uno en el enemigo, en aquel ser envuelto en el misterio, lleno de perfidia, que quedaba por algún lugar allá atrás. Era tan fuerte la impresión producida por aquel acontecimiento -un acontecimiento que quedaba enteramente fuera del campo de la experiencia- que resultaba difícil entender lo que estaba pasando. Era como la aparición de un fantasma en pleno mediodía luminoso.
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IvanValenciaA
IvanValenciaA 30 January 2022
Ella, la guerra, era la que había de aportarnos aquello, las cosas grandes, fuertes, espléndidas. La guerra nos parecía un lance viril, un alegre concurso de tiro celebrado sobre floridas praderas en que la sangre era el rocío.
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IvanValenciaA 30 January 2022
El aliento de la lucha soplaba hacia nosotros y nos hacía estremecer de un modo extraño. ¿Presentíamos acaso que, cuando aquel oscuro ronroneo de allá atrás creciese hasta convertirse en el retumbar de un trueno incesante, llegarían días en que todos nosotros seríamos engullidos - unos antes, otros después?
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