Tempestades de acero de Ernst Jünger
¿Qué era lo que estaba sucediendo? La Guerra había enseñado sus garras y se había quitado la máscara amable. Qué enigmático, qué impersonal resultaba todo aquello. Casi no pensaba uno en el enemigo, en aquel ser envuelto en el misterio, lleno de perfidia, que quedaba por algún lugar allá atrás. Era tan fuerte la impresión producida por aquel acontecimiento -un acontecimiento que quedaba enteramente fuera del campo de la experiencia- que resultaba difícil entender lo que estaba pasando. Era como la aparición de un fantasma en pleno mediodía luminoso.
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