El dedo y la luna

Una vez que se sabe lo que se quiere, se puede a continuación elegir si hacerlo o no.

Nos creamos nosotros mismos el incendio que nos destruye.

La finalidad es la alegría. Hay que ganar dinero con algo que se ama de verdad, que se ama con locura. Podría decirse que hay que hacer cosas que nos procuren un placer inmenso, que se harían incluso gratis. Hay que pedir una retribución por ese trabajo que se haría sin cobrar nada. Uno tiene que ganarse la vida con lo que le gusta.

Aprender exige tres condiciones. La primera es querer adquirir un conocimiento; la segunda, es saber que sí se puede adquirir y hacerlo; y la tercera es aceptar el cambio que provoca este nuevo conocimiento.