Dentro de casa

Es fácil criticar, pero no tanto asumir el control.

Eran ellos los que estaban matando a la casa, como vampiros, le estaban chupando toda la energía, todo el amor y la vida y la bondad, se lo estaban llevando todo ellos, estaban alimentándose de nuestra miseria y de nuestros ánimos rotos.


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Los únicos libros malos son los que están tan mal escritos que nadie se atreve a publicarlos. Cualquier libro que haya sido publicado es un «buen libro>> para alguien.

Sabe que la vida no se reduce a cinco grandes eventos, sino que la conforman los pequeños momentos que suceden entre medias.

Subliminalmente había determinado que espiar las conversaciones femeninas era la única manera de saber lo que sucedía en el mundo. Quien ignore la cháchara de las mujeres está desperdiciando una gran sabiduría.

—Mi padre es débil —contesté con una convicción ardiente de que esa era la verdad.

—Todos los hombres lo son —afirmó Phin—. Ese es el puto problema del mundo. Demasiado débiles para querer como es debido. Demasiado débiles para equivocarse.

Dado que pasábamos la mayor parte de nuestro tiempo libre en nuestros cuartos, esto al principio no nos pareció tan siniestro como puede parecer aquí leído. Es muy extraño visto desde la perspectiva actual, lo sencillo que le resulta a los niños aceptar las situaciones más extravagantes. Aún así, pensándolo fríamente negro sobre blanco, sí que resulta chocante.

Sabe que la vida no se reduce a cinco grandes eventos sino, que la conforman los pequeños momentos que suceden entre medias.

-No es que sean libros malos, sino que a ti no te gustaron. No es lo mismo, ni por lo más remoto. Los únicos libros malos son los que están mal escritos que nadie se atreve a publicarlos. Cualquier libro que haya sido publicado es un «buen libro» para alguien.