Si ya recomendé Zombies de Leningrado, la segunda parte me ha gustado todavía más. Nos encontramos con Tania, la misma niña que en el primer libro, ya tiene 14 años y se encuentra en un centro de alimentación forzosa. La trama se centra aquí, en Tania y sus compañeros, que investigarán sobre un "zombie" que parece estar actuando por la zona. Cosnava nos da un montón de datos sobre el canibalismo, nos muestra personajes derrotados por todo lo que han vivido y nos enseña las personalidades ocultas, las dobles morales y el cambio psicológico en quiénes han pasado por situaciones tan extremas. Nos pasea por el Volga, de la tragedia de Nazino, Holodomor, nos habla de torturas de la KGB,... E igual que en la primera parte, cada capítulo va acompañado de una foto real que hace la lectura muy interesante. La perspectiva del caníbal es realmente interesante y da lugar a verdadera reflexión. Contiene mucha información interesante y la narración es muy amable y entretenida. |