El legado

Singapur, el país más pequeño del Sudeste Asiático, formado por incontables islas. Un país en el que se habla inglés, malayo, tamil y chino. Un país repleto de culturas que se entrecruzan, chocan de forma violenta y a la vez conviven. Un país que se independiza del Reino Unido en la segunda mitad del pasado siglo y que cambió y se modernizó, visualmente, en cuestión de años.

Y en este momento de cambios, durante más de dos décadas, se desarrolla El Legado. Un drama familiar apasionante que nos lleva por la historia del nuevo país tratando temas tan complejos como la salud mental, la homosexualidad o la muerte, en un entorno hostil, complejo, de competitividad, de religiones arraigadas y brutalidad acallada. Y es que en El Legado casi podemos oír los gritos desgarrados, sentir la desesperación, el dolor, recorrer los callejones oscuros de una ciudad en la que no paran de construirse rascacielos y notar los litros de alcohol en nuestra garganta de quien bebe para olvidar, para no pensar.

Es una novela increíble, de esas que te remueven pero también te hacen descubrir una realidad desconocida. Una de esas novelas que sorprenden, que duelen pero a la vez son esperanzadoras, enseñándote que en todo muro, por muy grueso que sea, hay grietas por las que entra la luz.