Mi libro solo tendrá una heroína: Laëtitia. El interés que despierta ella en nosotros, como su feliz retorno, la devuelve a sí misma, a su dignidad y a su libertad.
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Mi libro solo tendrá una heroína: Laëtitia. El interés que despierta ella en nosotros, como su feliz retorno, la devuelve a sí misma, a su dignidad y a su libertad.
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La justicia es principio, pero también es administración, verbo y ritual.
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Facebook se convertirá en una fuente para los investigadores que se interesen por la vida privada, el esparcimiento, los vínculos de familia y de amistad, las inestabilidades, el vocabulario de los hombres y las mujeres del siglo XXI.
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En una sociedad en movimiento, el suceso es un epicentro.
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Un suceso supone un culpable. Un suceso horrible exige un monstruo.
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Posicionarse frente a los demandantes civiles no es fácil. Uno no puede manifestarles sus condolencias, ofrecerles un hombro generoso sobre el cual puedan llorar. El juez está obligado a ser imparcial.
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“… la cárcel no es más que un lugar de marginación que alimenta la delincuencia.”
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El mal, el deseo de transgresión, la envidia, la locura son factores constitutivos de la especie humana, el riesgo cero no existe.
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Jessica, nuestra hija. Que se levante por las mañanas, que vaya al trabajo, que haga yudo, que intente sacarse el carnet de conducir, que tenga novia ya es una victoria sobre el orden de las cosas, un imperceptible desgaste en la inmemorial mecánica de sumisión. Joven anónima que anda por la ciudad con su mochila. Resistente que aguanta por dos. Ojalá pueda perdonarnos. Este libro es para ella.
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Como hombre en el sentido masculino del término, la sensación es aún peor punto si a veces experimento cierto malestar cuando estoy con Jessica, es porque soy hombre y porque los hombres, a lo largo de su vida le han hecho daño. Los hombres son esos que resuelven las peleas con un cúter, que te desarman a puñetazos, que eyaculan en el papel de cocina que debes sostenerles, que te apuñalan y te quiebran el cuello como un pollo. Para ellos eres un objeto de placer o un puching ball. O bien los hombres son los ministros, los dirigentes, los que hablan en la tele, que saben, que mandan, que tienen razón, que hablan de ti, sobre ti, en ti, a través de ti. Al final, siempre son los hombres los que ganan porque hacen lo que quieren contigo.
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_________Cerditos