La leyenda de Sleepy Hollow y Rip Van Winkle

Ya conocía a Washington Irving por sus Cuentos de la Alhambra, y este registro en su estilo me ha sorprendido para bien. Es un autor con una capacidad excepcional para la descripción de paisajes, situaciones y personas, añadiendo en este caso un extra de misterio, terror e intriga.
Hago mención especial a las ilustraciones de Stephanie von Reiswitz que con sus trazos gruesos y oscuros provocan desasosiego y expectación, haciendo que la imaginación vuele, cual caballo desbocado.
En la Leyenda de Sleepy Hollow, el autor se inspira en viejas leyendas europeas e incluso nativas americanas, y las recicla con personajes célebres de la época de la Guerra de Independencia, que es cuando más hechos heroicos o trágicos se produjeron, y que fueron caldo de cultivo para este tipo de historias fantasmagóricas.
El autor ha jugado con los personajes y situaciones de forma magistral para dejarnos en ascuas con el final abierto a especulaciones.
Extraño lugar Sleepy Hollow, parece mecido por las ensoñaciones, y a sus habitantes no parece sorprenderles mucho las desapariciones de personas, en cambio dan crédito total a supersticiones y fabulas completamente descabelladas (El Twin Peaks del gótico americano).
Veo en sus páginas una crítica a la sociedad de la época, y si me apuráis creo que la podemos aplicar a nuestros tiempos aunque con otros factores distintos a las fábulas y supersticiones. ¿Me captáis verdad?
Vamos ahora con el cuento de Rip van Winkle. El autor hace una crítica muy ácida sobre los matrimonios de la época, una caricatura, le he encontrado un leve parecido con los esperpentos de nuestro Valle Inclán.
En esta historia, la mujer es la que peor parada sale, pasa en todas las épocas y situaciones, cosa que no me sorprende ya, pero que no deja de indignarme.
Las situaciones de pobreza, el tener que buscarse la vida para llenar las barrigas de tus hijos, mientras ves como tu marido se toca las narices, pues supongo que te puede poner de mal humor, lo justo para que te llamen arpía.
El autor, en mi opinión, con este relato se ha columpiado, pero vamos a decir que son cosas de la época, y que es un clásico al que hay que perdonar su visión tan crítica de la mujer.
Lejos de presentar la desaparición del protagonista como una tragedia, y aplicar una moraleja más lógica, lo vende como una segunda oportunidad de vida para el bueno de Rip van Winkle.
Estoy dando mi opinión personal que para eso hemos venido, no obstante he disfrutado la lectura muchísimo, y me he reído un montón, ya que la prosa de Irving es propicia para ello, es bastante irónico y tiene sus puntos.