Canina

La maternidad es una etapa de la vida muy bonita, para toda mujer que desee ser madre. Pero por muy bonito que sea algo, todo en la vida tiene un coste, hay que hacer cambios y sacrificios que pueden hacer que nuestra vida vaya en otra dirección totalmente distinta a la que teníamos en mente, y muchas veces nos gustaría que alguien nos hablara con claridad y sinceridad acerca de esos cambios. de eso trata “Canina” de Rachel Yoder, una crítica mordaz y cruda de la cara B de la maternidad.

A lo largo de 250 páginas, la autora expone y analiza momentos cruciales de su vida como madre, de las cosas a las que ha tenido que renunciar y de la impotencia que siente ante una sociedad que plantea la maternidad como algo materialista. Es tal el nivel de alienación que siente la protagonista que ni siquiera sabemos su nombre durante toda la historia, como si el hecho de ser madre renegará a la mujer el derecho a tener objetivos más allá que el de cuidar de su hijo.

La novela en sí no tiene una trama lineal, es más, se puede ver como un diario personal en el que la madre plasma sus sentimientos e ideas, y creo que eso ha sido lo que más me ha decepcionado del libro. Creo que si hubiera tenido una trama más clara la historia podría haber tenido un potencial muchísimo mayor. Además del lenguaje empleado en algunos momentos me resultó bastante simple y me hizo perderme un poco.

De lo que sí está cargada esta novela es de una crítica bestial a la sociedad y la manera que tiene de ver la maternidad. Hay frases y párrafos que son dignos de enmarcar y que se quedan dando vueltas en la cabeza.

Considero que es una historia que las mujeres que han sido madres comprenderán mejor y que pueden sentirse menos o más identificadas. No ha sido lo que esperaba pero tampoco ha sido una mala lectura, se lee bien y te hace pensar, y eso en un libro es maravilloso.

Es muy posible que ser mujer y ser madre sean las fuerzas más poderosas de la sociedad humana, y por ello los hombres se han dado mucha prisa por intentar anularlas, pues hacen bien en temerlas

A la protagonista de esta historia se la conoce como "la madre", ha perdido tanto su identidad que ni siquiera tiene un nombre. Su maternidad ha llegado a un punto tan desbordante que siente que se está convirtiendo en perra, literalmente, y a eso asistimos durante el transcurso de la trama. Diría que este libro es el diario de una mujer que al principio sufre de una depresión post- parto de la que va saliendo mientras abraza su naturaleza más salvaje.

Realmente me encanta como empieza la historia, los comentarios tan mordaces y sarcásticos que hace sobre el papel que ejerce una mujer que deja su carrera o abandona el mundo laboral, para criar a su hijo en exclusiva. Me sentí muy identificada en algunas partes y en otras me reí incluso a carcajadas.
Pero, tengo que ponerle una pega y es que me ha sacado de la historia totalmente su gradual transformación en "perra de noche", la parte fantástica no me ha convencido mucho, aunque hay algunos pasajes un tanto bizarros que me han sorprendido.

Por último darle las gracias a la editorial @blackiebooks por el envío del ejemplar y por su arrojo al publicar estas propuestas tan diferentes y alejadas de la normalidad. Y a Rachel Yoder por mostrar la cara menos bonita y amable de la maternidad.

Lo cierto es que esperaba una historia diferente, algo más inquietante y una trama más elaborada, pero lo que he encontrado ha sido una especie de diario sobre el lado más incómodo de la maternidad. Es verdad que muchas situaciones son una estupenda parodia de la realidad y que el sarcasmo es el tono de este libro, pero realmente no hay trama como tal.

Me explico, la parte que se supone que despierta mayor interés según la premisa de su sinopsis, esa que deja entrever que asistiremos a una peligrosa transformación de la protagonista en un can feroz, queda bajo mi punto de vista plasmada como un sinsentido y confusa para el lector, en cuanto que es un añadido extraño en esta especie de narración de vida.

A todo esto se suma que el lenguaje empleado, en mi opinión, no sé si producto de la traducción, es bastante de andar por casa. Me refiero a expresiones y palabras malsonantes que me sacaban un poco del contexto.

Si la novela hubiese sido presentada o se hubiese enfocado simplemente como una crítica al papel al que se pretende que queden relegadas las madres y lo arduo del día a día en la crianza, quizá habría tenido más sentido. No obstante, esta combinación con la transformación medio extraña no llega a cuajar. Y tal vez se debe a eso, a que falta mayor profundidad en una trama de ficción como tal.

Me sabe muy mal haberme llevado esta pequeña decepción. Y obviamente se trata de mi punto de vista. Pero este libro no ha sido para mí, se me ha hecho muy cuesta arriba y no he logrado meterme en el intento de historia en ningún momento.

Canina para mí no es un libro, es « el libro ». Actualmente soy madre de una niña de dos años y aunque la maternidad es maravillosa en muchos sentidos muy pocas veces se habla de la parte más dura de ella, y no, la parte más dura no es el parto ( yo prácticamente ni lo sentí y eso que fue parto natural, una con suerte) &#xNaN es lo que viene detrás, es la crianza, tienes que enseñar a un pequeño ser humano, sacrificar en ciertos aspectos partes de ti, cansarte hasta puntos que no sabías que podías y aún así seguir levantándote y un sin fin de cosas que no se hablan, es tabú, está mal visto que una mujer se queje ¿Por qué? Por qué es su «deber» como madre. Rachel nos habla de situaciones duras de cansancio extremo, de sentirse pérdida pero también nos habla de un amor incondicional y protector hacia ese ser pequeño que ha nacido de ti, una protección como la de una loba con su cachorro capaz de sacar los dientes cuando es necesario. Tengo el libro lleno de posit de situaciones que identificó de otras que no, de frases, de sensaciones y sentimientos que me ha trasmitido el libro. Cierto es que mentiría si dijera que me siento 100% identificada ¿Saben a qué es debido? A qué maternidades hay tantas como niños en el mundo, ningún parto, crianza, recuperación post parto es igual a otra, JAMÁS SERAN IGUAL y creedme cuando les digo que esto lo tenéis que tener muy claro. Rachel nos ha escrito un libro que todas deberíamos leer, una manera diferente de hablar de la maternidad, quitando el tabú de maternidad perfecta con un toque de ironía que me ha sacado alguna que otra carcajada y un toque de fantasía ( que yo la he relacionado con una depresión post parto pero que esto son sensaciones mías propias) &#xNaN☺ Hablar de este libro sin spoilers me cuesta y muchísimo así que me gustaría que le dieran una oportunidad a «Canina» y que pudiéramos hablar de nuestras diferentes impresiones 🥩❤ Perras de noche 🐺 Agradecer a @BlackieBooks el envío del ejemplar y la confianza

Esta es una novela brutalmente realista en su trasfondo. La inicio, decía, era mi maternidad con mi segundo hijo. Más que nada porque a toro pasado, se olvida y queda como un vago recuerdo la dureza de ésta y, la de mi primer hijo, ha quedado relegada al . La cuestión es que, ahora, mi maternidad es como la de la madre. Bueno, al menos como la de la madre al inicio. Poco a poco, a medida que avanza la novela y pasan los días, las semanas, me da la sensación de que se va un poco de madre. La cosa empieza a tornarse turbia, algo surrealista y, sorprendentemente, en cierto modo, repulsivo.
¿Esto hace de la novela una obra de arte o todo lo contrario? Pues no sabría deciros. Depende de en qué momento lo piense, depende de en que momento lo leas, depende de tu sensibilidad. Creo que esta no es una novela apta para todo lector, tienes que tener estómago y la mente abierta. A mí, a mí que leo terror, que me encanta lo sangriento, que disfruto de las muertes; a mí, me dejó mal cuerpo. He necesitado días para escribir la reseña, tenía que procesar y digerir. Tragar. Resultado: inconcluyente.