Los Etruscos

Toda la vida he escuchado hablar de los etruscos, pero mi ignorancia no sabía bien dónde ubicarlos y cómo diferenciarlos de Grecia y Roma. El año pasado mi mejor amigo me regaló este libro porque sabe que colecciono los Breviarios del Fondo de Cultura Económica. le agradeceré eternamente este rayo de luz.

Alain Hus, historiador, arqueólogo y uno de los grandes etruscólogos de todos los tiempos, nos va a llevar a hacer un recorrido por los lugares, la historia, las costumbres y el arte de un pueblo siempre envuelto en el misterio y la leyenda. Los orígenes inciertos de estas sociedades toscanas siguen siendo materia de debate, pues aunque compartían ciertos rasgos con sus vecinos griegos, y los romanos absorbieron elementos de su cultura, los etruscos poseían características que los hacían únicos y que alimentan aún más el misterio.

En la primera parte del libro haremos un viaje largo (a veces demasiado largo) por los principales asentamientos. Recorreremos sitios en los que poco queda de aquel pasado, pero donde aún se intuye su presencia. Tras este recorrido (y con un poco de paciencia) entraremos de lleno a la parte mágica: el auge y la caída de un pueblo engullido por una Roma imparable que supo aprovecharse de las divisiones internas de los pueblos que conformaban lo que hoy conocemos como Etruria.

La vida cotidiana, la religión, lo propio y la asimilación de elementos de culturas vecinas, son aspectos que vamos a descubrir y apreciar en este libro. La perspectiva religiosa es, desde mi punto de vista, lo más interesante e identitario de estas sociedades. Aunque compartían elementos de la religión griega, su conexión con lo divino era mucho más sombría y menos distante. Para los etruscos todo está determinado, “el destino es inflexible”…”el hombre, juguete del Destino, no tiene libertad de acción y sabe que no hay liberación posible”. Esta forma de concebir el mundo, la realidad y el más allá, según Hus, es una diferencia esencial que de alguna forma determinará lo negativo y lo positivo de la mirada etrusca y de toda su historia.

La transformación de un pueblo que contribuyó a la formación y el poder de Roma también es sorprendente y pasará por muchos cambios, pero la angustia hacia la muerte permanecerá. Ese carácter sombrío que menciono arriba, ese “carácter trágico”, como lo describe el autor, será una constante en su arte, en sus ritos funerarios y en las prácticas de revelación y adivinación.

Hus hace una observación muy importante a todo aquel que desee acercarse al mundo etrusco: apreciarlo libre de todo prejuicio clásico, sin parámetros griegos. Apreciar a Etruria en todo su esplendor y por lo que ella misma significa.

La cercanía con Roma y las innumerables invasiones galas terminaron de raíz con la vida etrusca. No fue rápidamente, no fue fácil, pero cada uno de los territorios fue cediendo y el proceso de latinización se completó finalmente. Pero Hus es positivo respecto a los aspectos etruscos que siguen presentes, que desafiaron al tiempo y que aún permanecen.

El amor y el respeto que el autor profesó por Etruria es contagioso. He terminado este libro con ganas de más, con ganas de seguir explorando y compartiendo impresiones sobre momentos de su historia que llamaron mi atención.

Los etruscos es un libro óptimo (como todos los Breviarios) para acercarse a una sociedad que fue algo más que una serie de pueblos en un territorio determinado. Comerciaron y convivieron con otros, formaron alianzas, fueron parte activa de la vida en esa parte del mundo. Se hicieron a la mar, contribuyeron a la creación de la Roma que conocemos cuando pusieron a uno de los suyos, Tarquino, a gobernarla. Dieron y recibieron y poco a poco surgen más descubrimientos que no hacen sino elevar su grandeza e importancia.

Acercarse, de verdad, al mundo etrusco. Este libro es un excelente punto de partida.

No sé si hay una edición más reciente a la que yo tengo. Ojalá. La frase “no cabe duda” se repite más que el ajo. Una revisión del texto le vendría como anillo al dedo y este trabajo lo merece.

Hasta otro libro y felices lecturas.